Una nueva denuncia envuelve a la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, conocida por su programa Pare de sufrir. Una empresaria de Gamarra señaló que durante 10 años fue obligada a pagar un diezmo, cuyo monto total a la fecha supera los US$120 mil. La presunta agraviada es Vilma Meléndez Valencia, quien señaló que entregó ese dinero en busca de “prosperidad” y “salud”. Señaló que tras denunciar la estafa ante la Policía, recibió amenazas e incluso la acusaron de intentar asesinar a un pastor de esa congregación. Recientemente, los líderes de dicha comunidad fueron denunciados en Lima por lavado de activos. (Y.P.)