Adicción al terokal consumiría a parricida

El triste caso de parricidio ocurrido en el centro poblado yaulino de Pucaccasa, sigue dando que hablar a la población. Se conocieron más detalles sobre el trágico episodio.

Uno de los aspectos que llamó la atención, fue la fría actitud con la que el autor del asesinato, identificado como Guzmán Crispín Sotacuro (20), narró a la policía el cómo acabó con la vida de quien lo procreó, aunque sobre esta versión existen serias dudas.

El homicida narró que atacó a Cirilo Crispín Perez (65) luego de que sostuvieran una discución. Sin embargo, por las características en las que fue hallado el cuerpo, presumen que esta versión no sería cierta. Todo indica que la víctima fue agredida por la espalda, además encontraron una vela que el occiso todavía sostenía en la mano. Por ello cobra asidero la hipótesis de que el ataque ocurrió mientras intentaba prender un fogón de la cocina.

DE LIMA. Otro de los detalles que causaron asombro de la confesión del asesino, es que hasta hace 5 meses estuvo viviendo en Lima, donde trabajó como lustrabotas.

Según testigos, él mismo habría contado que es adicto a inhalar terokal. Cabe señalar que es huérfano de madre y su único pariente directo era su asesinado padre.