La Sociedad Peruana de Pediatría se pronunció este jueves a favor del retorno progresivo de los escolares a clases presenciales en el país, por considerar que “las escuelas constituyen ambientes seguros y no son focos de transmisión del COVID-19″, incluso subrayan en su comunicado que “los niños se contagian más en el entorno comunitario”.
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El gremio recuerda que la prolongación de las clases a distancia, por más de un año y medio, viene ocasionando serias consecuencias en la salud de los niños de manera física, emocional, psicológica y social, sobre la cuales “no sabemos aún los efectos a largo plazo”.
En su pronunciamiento los médicos señalan además que la evidencia científica y epidemiológica actual nos permite concluir que el avance actual de la vacunación en el territorio nacional supera ya más del 58% de la población objetivo, con lo cual los padres de familia y maestros están ya protegidos de las formas graves y mortalidad por la enfermedad.
Mientras que “la vacunación en niños de 12 a 17 años debe seguir avanzando y continuar luego con los niños de 5 a 11 años en cuanto se tenga la disponibilidad de las vacunas eficaces y seguras”.
También recuerdan que “el curso de la infección por COVID-19 en niños es relativamente benigno con cifras muy bajas de morbimortalidad”.
Por lo tanto la Sociedad Peruana de Pediatría hace un llamado a las autoridades del Ministerio de Educación y a la sociedad para actuar en defensa del “bien superior del niño” y promover e impulsar decididamente la vuelta a las clases presenciales de manera progresiva, garantizando las condiciones mínimas necesarias en los centros educativos, tanto públicos como privados, y a nivel urbano y rural.
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Efectos negativos
Sobre los efectos negativos en los niños, provocados por la suspensión prolongada de clases presenciales, la Sociedad Peruana de Pediatría menciona que la deserción obligada, por falta de acceso a clases por vía remota, afecta seriamente el desarrollo del aprendizaje, habilidades cognitivas, psicológicas y sociales de los menores.
Asimismo, mencionan como efectos negativos el aumento de la desnutrición y también de la obesidad infantil. Otros problemas que se presentan son la depresión, ansiedad, estrés post traumático, trastornos conductuales y adicciones.
A esto se suman, indican, el riesgo social por mayor exposición a la violencia familiar.
No bajar la guardia
Los pediatras recuerdan también que medidas de protección como el uso de mascarilla, el distanciamiento de un metro, las aulas bien ventiladas y la disponibilidad de agua, jabón y alcohol para desinfección de las manos, continúan siendo de observancia obligatoria.
“El Minsa deberá disponer de los protocolos necesarios para identificar a profesores o alumnos probablemente infectados (estrategia burbuja) y trabajar con los padres las medidas de prevención e identificación de síntomas”, añaden.
El Ministerio de Educación ratificó este jueves su decisión indeclinable que los escolares retornen a clases presenciales en marzo del 2022, el cual se dará de manera flexible, descentralizada e impostergable, aseguró el sector.