Las embarcaciones que integran la Asociación de Pescadores Artesanales de Morro Sama desde hace dos semanas se aventuran a altamar para extraer especies hidrobiológicas, entre ellas el perico, bonito y liza, que son halladas en abundancia en la extensión de 21,928 kilómetros cuadrados llamado “triángulo interno” que el Perú recuperó luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en el diferendo marítimo con Chile.
Los pescadores deben adentrarse a más de 80 millas de la costa tacneña, donde termina el paralelo del mar de Chile, y comienza el área del oceáno Pacífico rica en especies marítimas que ahora le pertenece oficialmente al Perú.
Desde esa zona diariamente arriban hasta 5 embarcaciones de mediano tamaño con más de 15 toneladas de perico que llega a medir 1.5 metros, que equivale a 15 kilogramos, y en el peor de los casos hasta 1 metro. Esta especie es vendida a S/.4.5 el kilogramo en el puerto de Ilo. Su venta es apreciada principalmente en el puerto de Moquegua por la cercanía del sector.
“Gran parte de las embarcaciones prefiere trasladarse hacia ese puerto, pues el costo allí es mejor, además que por la cercanía es un ahorro de combustible”, aseguró el dirigente de los pescadores artesanales, David Patiño Cutipa.
Según el representante de los pescadores, cerca del 90% de las embarcaciones que sale desde el puerto de Morro Sama prefiere entrar en esta área que hasta hace un año era prohibída para los peruanos, pues según los chilenos les pertenecía.
“Hasta el momento, no hemos tenido problema con los industriales, fíjate nosotros nos adentramos mientras ellos prefieren hacerlo pegados a la costa”, indicó.
Tras fortalecer, en algunos casos, su flota de embarcaciones con motores petroleros, los artesanales se adentran hasta esa zona.
“Usualmente pescábamos ahí, pero siempre con el temor de que fueramos ‘pescados’ por la armada chilena. Ahora que ya hay una delimitación fijada nos adentramos con mayor seguridad”, manifestó.
El perico es una especie estacionaria acostumbrada a las aguas calientes, por ello, los pescadores aprovechan el período para sacarle el máximo provecho.