Camila tiene 9 años, pero parece de menos edad. Cuenta que todos los días, cuando estudia, come o juega, siente carraspera y dolor de cabeza a los que ya se acostumbró. Su madre, Pola Espejo, sospecha que el plomo ya ingresó en su frágil cuerpo.
En el reciente creado distrito chalaco Mi Perú, donde vive Camila, los niños respiran y tragan constantemente el plomo que viaja en el aire y se deposita en el suelo. Cuando juegan al fútbol, a las muñecas o a las canicas en las calles de tierra, el viento arroja el polvo tóxico en sus caras. Cuando se llevan los dedos a la boca, literalmente comen plomo.
Camila forma parte de los 70 mil vecinos, entre niños y adultos, que lidian con este problema. Los estudios de monitoreo en el aire realizados por la Dirección Regional de Salud (Diresa) del Callao arrojaron cifras alarmantes.
Se halló en varias zonas de Mi Perú y de Ventanilla plomo en promedios de 0.85 ug/m3 en 2013 y 1.55 ug/m3 en 2014. No solo eso. También se encontró cadmio en promedios de 0.11 ug/m3 en 2013 y 0.32 ug/m3 en 2015.
Ambos metales excedían a los límites internacionales establecidos. El estándar referencial para plomo es 0.5 ug/m3 y para cadmio 0.025 ug/m3.
Mi Perú, al lado norte de la zona industrial de Ventanilla, abarca los asentamientos humanos Sagrado Corazón de Jesús, El Paraíso, Las Casuarinas, Virgen de Guadalupe, 7 de Junio, Confraternidad y Alcides Carrión.
Sus vecinos están expuestos a las emisiones de plomo y cadmio generadas desde el parque industrial; que aloja locales de fundición de plomo, fábricas de cobre, detergentes, alimentos y tratamientos de residuos oleosos. Las partículas tóxicas producidas por estas empresas son transportadas hacia las personas por el viento.
Preocupación. La Defensoría del Pueblo del Callao alzó su voz de protesta y exigió a la Diresa hacer exámenes de sangre a los vecinos que respiran el plomo para conocer realmente el daño de este metal en sus organismos.
“Lo que nos preocupa es que solo se ha hecho la medición en el aire, pero no a los afectados. Urge saber eso para que el Estado, como corresponde a ley, brinde un reporte médico y el tratamiento que requieren para su recuperación”, explicó a Correo Delcy Heredia, a cargo de la Defensoría del Callao.
Consultado sobre este pedido, la Diresa aseguró que busca, desde hace meses y sin éxito, convenios con la Digesa. “La prueba es cara, cada una oscila entre los S/50 y S/80. Buscamos ayuda”, indicó el director de la Diresa Callao, Aldo Lama. “Al menos se debe priorizar y hacer la prueba a los niños de 2 a 12 años y a las madres gestantes”, respondió Heredia.
Los miembros de la familia Guzmán, fundadores de Mi Perú, no lo pensaron dos veces y se hicieron la prueba de modo particular. Los resultados confirmaron que todos tenían un nivel de plomo en la sangre que sobrepasaba lo permitido. Remataron su casa y volvieron a su natal Iquitos.
Grave daño. La mayor parte del plomo que ingresa al cuerpo se asocia a la hemoglobina en cerca del 50% y se concentra en los huesos. Aproximadamente, el 3% circula a través de la sangre y solo una fracción queda libre en el plasma. Esta fracción, biológicamente activa, contribuye a la intoxicación.
La intoxicación por plomo afecta el desarrollo intelectual de los niños, además de su crecimiento, comentan especialistas. Aunque hay medicamentos para reducir el nivel de plomo en la sangre, estos deben usarse cuando la exposición del paciente al metal se ha eliminado, lo que aún no es posible. Cuando la gente respira el cadmio, este puede dañar severamente los pulmones.
El especialista en contaminación de plomo Arturo Alfaro indicó que las municipalidades de Ventanilla y Mi Perú pueden reducir la incidencia de plomo regulando los permisos de funcionamiento a estas fábricas. La primera comuna, según vecinos, solo ha plantado árboles.
En tanto, la capacidad de gestión de la comuna de Mi Perú en temas ambientales es limitada, pues no cuenta con recursos necesarios. Eso quedó demostrado cuando el dirigente Gregorio Campos llegó y no pudo presentar su pedido sobre este tema porque “no hay mesa de partes”, contó.
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NO HAY FISCALIZACIÓN
El Ministerio de la Producción tiene la función de verificar el cumplimiento de los compromisos ambientales que las empresas establecidas en la zona industrial de Ventanilla han asumido en cumplimiento con la normativa vigente. Ello con la finalidad de controlar en forma efectiva las emisiones de plomo y cadmio para prevenir riesgos y daños a la salud. Correo intentó comunicarse con ese ministerio, pero no hubo respuesta. La Diresa informó que la contaminación de plomo se redujo considerablemente en el cercado del Callao con la construcción de la faja hermética transportadora de minerales.