Pocho Rospigliosi: recordando a un gigante del periodismo deportivo

Hoy recordamos a Alfonso “Pocho” Rospigliosi quien hace poco habría cumplido 92 años. Un visionario en el periodismo deportivo peruano y una de las voces que marcó los corazones de los hinchas peruanos
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Pocho Rospigliosi, uno de los periodistas deportivos más influyentes, por su rigurosidad y por su talento para hacer radio, prensa escrita y televisión. Foto GEC Archivo Histórico
Pocho Rospigliosi
El pasado 23 de marzo se conmemoró un año más de su nacimiento – tendría 92 años – pero siempre recordaremos al gran Carlos Alfonso Rospigliosi Rivarola, más conocido como Pocho Rospigliosi, como uno de los más grandes periodistas deportivos peruanos, que además fue comentarista deportivo de prensa escrita, radio y televisión.
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Pocho Rospigliosi, representando al equipo de fulbito de Ovación. Foto GEC Archivo Histórico
Pocho Rospigliosi
Los que recordamos a 'Pocho', jamás olvidaremos sus frases ya inmortalizadas como: “Ya vienen los goles de Cubillas”, “los puños de Mauro Mina”, “… donde se hace deporte, allí está Ovación”, “Ovación, un Perú en sintonía”, entre otras más que dejaron huella en generaciones, sobre todo en los amantes del deporte.
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Pocho Rospigliosi almorzando con su hijo Micky. Foto GEC Archivo Histórico
Pocho Rospigliosi
El encantador comentarista de frases ingeniosas hablaba los sábados y domingos, durante nueve horas en el programa 'Gigante Deportivo'. Realizaba entrevistas a deportistas, a personajes de renombre que llegaban de pronto a Lima, como Luis Miguel, Óscar D’León o Dámaso Pérez Prado, por referirse a algunos y hasta al rey Pelé lo convenció para que formara parte como columnista de su revista 'Ovación'.
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Pocho Rospigliosi y Pelé, entonces jugador del Santos de Brasil. 23 de enero de 1970. Foto GEC Archivo Histórico
Pocho Rospigliosi
Pocho hacía de su programa 'Domingo de Ovación', un magazine en los que hablaba de muchos deportes, futbol de preferencia y también de música; por cierto poseedor de una extensa colección de discos. Ovación fue quizá el último gran programa deportivo de la radio peruana, pues acaparó la atención de una gran multitud de audiencia deportista.
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Pocho Rospigliosi, compartiendo una charla amena con la gente que laboraba con el; a su lado un joven Micky Rospigliosi muy atento. Foto GEC Archivo Histórico
Pocho Rospigliosi
Rospigliosi fue quizá uno de los primeros en el Perú en fusionar el periodismo con los negocios, pues rompió el antiguo acuerdo ético no escrito que establecía que la información y la publicidad podían ir juntas pero no revueltas. Cuando contrataba la transmisión de partidos, vendía al mejor postor los goles, penales, tiros libres, laterales y hasta las faltas.
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Pocho Rospigliosi, con el equipo de trabajo de Ovación. Foto GEC Archivo Histórico
Pocho Rospigliosi
Todo tenía una mención del auspiciador de turno, e Involucraba también a los deportistas más conocidos en sus comerciales. Al terminar una entrevista siempre les preguntaba: “¿Y cuál es la pila?” y el deportista debía contestar obedientemente “Rayovac es la pila”. ‘Pocho’ era el rey indiscutido del periodismo deportivo.
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Pocho Rospigliosi conversando eon el perodísta uruguayo Emilio Laferranderi 'El Veco'. 11 de noviembre de 1980. Foto GEC Archivo Histórico
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Rospigliosi alcanzó el éxito total cuando creó en 1980 el programa 'Gigante Deportivo', un programa que se transmitía sábados y domingos desde las 11 de la mañana hasta las 4 de la tarde en Panamericana. Eran momentos en el que se abrían nuevas oportunidades para la televisión con la llegada oficial del color. 'Gigante Deportivo' se mantuvo en el aire durante seis años hasta mayo de 1986.
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Pocho Rospigliosi recibiendo el premio 'Circe' a su lado Horacio Paredes y Cinthia Piedra. 21 de marzo de 1984. Foto GEC Archivo Histórico
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Alfonso Rospigliosi Rivarola abrazó la eternidad en octubre de 1988 a los 57 años de edad en la clínica Teza de Monterrico, víctima de un derrame cerebral. Había sufrido ya, cuatro infartos anteriormente y en Miami ya le habían colocado tres by pass. Todos los matutinos de la época le dedicaron sentidas notas de homenaje y dieron a conocer la magnitud de su gran personalidad y capacidad de trabajo.


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