“Dios te recibe en un mundo de luz”, fueron las últimas palabras de la madre del estudiante de idiomas Luis Ramírez Santos (19), quien fue secuestrado y su cuerpo hallado con cortes dentro de una bolsa en San Juan de Lurigancho.

La tarde del domingo, fueron sepultados los restos de Luis Ramírez Santos en el camposanto de Lurín. Sus familiares, sus amigos de la universidad donde estudiaba música, y del instituto de idiomas, lo acompañaron hasta su última morada. Allí recordaron al joven como un luchador incansable de sueños.

Como se recuerda, los padres de la víctima, un exjuez y una médico-cirujana se les exigió el pago de 20 mil soles a cambio de su liberación, pero pese a que hicieron el pago de mil 500 soles a una cuenta bancaria, los sujetos se ensañaron con el joven hasta asesinarlo y arrojaron el cuerpo al interior de una bolsa negra en plena calle. 

Allí el cadáver se encontraba en posición fetal con los pies y manos atadas que presentaba prodfundos cortes.  

Una nueva hipótesis surge tras el crimen del estudiante de idiomas Luis Ramírez Santos (19), quien fue secuestrado y su cuerpo hallado con cortes dentro de una bolsa en San Juan de Lurigancho.

Durante el velorio, realizado en la parroquia San Antonio de Padua, en Jesús María, un allegado comentó que posiblemente el asesinato del joven se deba a una venganza contra su padre, Luis Ramírez Catacora (53), quien se desempeñó como titular del Segundo Juzgado Penal del Cercado de Puno y ha enviado a peligrosos delincuentes a prisión.

La Policía toma en cuenta esa posibilidad, aunque los investigadores aún no se han animado a dar más información sobre el caso.

HOMICIDIOS. La investigación ha pasado a la División de Homicidios, que ha solicitado los videos de las cámaras de seguridad que habrían captado a los asesinos dejando el cadáver de Ramírez Santos.

El joven fue hallado en una bolsa en la cuadra 24 de la avenida Constelación, en San Juan de Lurigancho. Al inicio se pensó que se trataba de basura.

Los delincuentes, relató la familia de la víctima a la Policía, solicitaron el pago de 20 mil soles para liberarlo.

La madre de Luis Ramírez, Niny Santos, solo hizo dos depósitos: uno de 1000 soles y otro de 500.

Pese a que estaban llegando a un acuerdo, los secuestradores asesinaron al estudiante.

El terrible caso recuerda los secuestros cometidos en los años 90, una modalidad delincuencial prácticamente extinta en el país.

“Este es un llamado de alerta. Hay que tener cuidado porque esta modalidad se viene a sumar al sicariato y el marcaje. Estos delitos normalmente no se denuncian”, dijo César Ortiz, experto en seguridad.

Entierro

El joven Luis Ramírez será enterrado en el cementerio Parque del Recuerdo de Lurín. La familia no quiso hablar del asunto.

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