Texto: Karina Valencia y Erik Rivera
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), el promedio diario de muertes registradas durante setiembre en todo el país se acerca cada vez más a la cifra registrada en abril, cuando la pandemia del COVID-19 comenzó su escalada.
Dicho portal reporta que durante el mes pasado la media de decesos diarios en el país fue de 541.3, lo que evidencia una reducción del 39% con respecto a agosto, cuando el promedio fue de 879.
Este diario pudo confirmar que la media de las muertes no violentas registradas a diario en abril fue de 407.3, mientras que en mayo fue de 794.5 y julio alcanzó los 926.
El índice registró un leve descenso en agosto, cuando se consignó 879 decesos al día en todo el país.
Tal disminución también se refleja en los reportes de la Sala Situacional COVID-19 del Ministerio de Salud (Minsa).
Durante la primera semana de setiembre el promedio por día de víctimas mortales de la enfermedad fue de 147, el que se redujo a 109 en los últimos días del mes (ver infografía).
ALCANCE. Por otro lado, Correo también observó que la cifra de infectados en setiembre se asemeja al número de contagios reportados en junio, antes del inicio de la Fase 3 de la reactivación económica
En los últimos cinco días, del 28 de setiembre al 2 de octubre, se registraron 3 mil nuevos contagios, cuando a inicios del mes pasado se bordeaba los 6 mil.
Esto evidencia que, en unos 30 días, el número de infectados reportados por el Minsa disminuyó aproximadamente un 50%.
CUIDADOS. Pese a la tendencia a la baja de contagios y muertes, las autoridades han recalcado la necesidad de mantener los cuidados y medidas de bioseguridad frente a la pandemia.
Tras participar en una actividad oficial, la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, advirtió que la mortalidad de las personas mayores de 65 años es ocho veces más que aquellas que tienen entre 30 años y 59 años.
En ese sentido, agregó que el Minsa recomienda que los adultos mayores y quienes tiene comorbilidades no deben salir de sus casas para no exponerse a un posible contagio.
Al respecto, el Gobierno emitió el último viernes el Decreto Supremo N° 162-2020-PCM, el que establece que las personas que pertenecen a grupos de riesgo deberán mantenerse en cuarentena, pero podrán salir a efectuar caminatas tres veces a la semana a una distancia no mayor de 500 metros respecto de su domicilio, en espacios abiertos y sin aglomeraciones.
La citada norma recibió severas críticas por parte de expertos, quienes manifestaron que los términos del decreto puede fomentar el estrés en los adultos mayores.
“Es una norma restrictiva, es como condenar a prisión domiciliaria a los ancianos y también a los hipertensos, diabéticos y obesos. Lo que pasa es que la gente no se ha dado cuenta que la norma también incluye a las personas con comorbilidades”, dijo Ernesto Bustamante, exjefe del Instituto Nacional de Salud (INS).
Según el especialista, la norma no tiene lógica, no es justa y promueve el abuso y el estrés de los adultos mayores. Por ello, indicó que esta debería remplazarse por una recomendación sanitaria, la cual debería estar acompañada de una campaña comunicacional.
Cabe señalar que según el último informe del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Minsa, dos de cada tres defunciones por COVID-19 corresponden a adultos mayores.
De los 32 mil 609 fallecimientos, el grupo de los adultos mayores (60 a más años) es el 69.91% del total.
Además, se informó que la letalidad por el COVID-19 acumulada al 1 de octubre del 2020 se concentra en las regiones de la costa. Las de más alta mortalidad son Ica, Callao, Lima, Moquegua, Lambayeque, Tumbes, La Libertad y Áncash.
EXPECTATIVA. Si las recientes cifras pueden resultar alentadoras, lo cierto es que quedan pocos meses para la llegada de una eventual vacuna contra el nuevo coronavirus.
Precisamente, las primeras personas que las recibirán serán aquellas que se encuentran en la primera línea de la batalla contra el coronavirus, aseguró Carlos Neuhaus, vocero del Comando Vacuna.
“(Inocularán a) todo el personal de salud: médicos, enfermeros, administrativos. Luego, a las Fuerzas Armadas, policías y serenazgos. Después la gente con morbilidades: diabéticos, subidos de peso, mayores de 65 años, entre otros”, declaró en RPP.
Agregó que para el tema logístico de las vacunas las instituciones de los sectores públicos y privados deben centralizarse “en una unidad” articulada que pueda estar al mando de la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, o la persona “que ella indique”.
“Hay que recibir la vacuna o, en algunos casos, ir a recogerla y también tener capacidad de frío (contenedores). Tenemos que ver los lugares a dónde va a llevarse a la vacuna”, sustentó.
Por su parte, Antonio Pratto, miembro del Comando Vacuna, explicó que los laboratorios que llegaron a un acuerdo con el Gobierno peruano no entregarán “todas las vacunas de una sola vez”, sino que esto se hará de manera progresiva.
Calificó de realista la proyección del Ejecutivo al buscar vacunar en el primer trimestre del próximo año por lo menos a la población de la “primera línea”, que serían 7 millones de personas “teniendo en cuenta de que las vacunas estarán listas a finales del 2020”.
Sostuvo que se firmó un acuerdo con la empresa Pfizer por 9.9 millones de dosis de su inmunización candidata, cuando sea aprobada, de los cuales 1.5 millones llegarían en enero próximo.
“Hay otro acuerdo de Covax Facility, que es la alianza de la OMS, para suministrar nueve vacunas diferentes para distribuirlas equitativamente a todos los países que se inscriban (…). Sin embargo, eso va a cubrir solamente el 20% de la población de cada país”, añadió.