El último 14 de abril, en Palacio de Gobierno, el ministro de Salud, Víctor Zamora, aseguró que el Instituto Nacional de Salud (INS) terminó un estudio en el que se concluye que las pruebas moleculares y serológicas (rápidas), “tienen la misma eficacia en términos de diagnóstico, tanto individual como poblacional”.
¿Era cierto eso? ¿Contravenía ese estudio lo planteado por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS)?
El estudio, al que accedió Correo, no dice lo que afirma Zamora. La investigación señala que las pruebas rápidas ofrecen un diagnóstico adicional a las moleculares de manera particular, a partir de la segunda semana del inicio de síntomas y en pacientes hospitalizados.
falso. Esa fecha, Zamora Mesía adelantó incluso que el estudio sería presentado ante la Asamblea de las Américas, con el objetivo de cambiar las guías de la OMS, que recomienda la prueba rápida como un complemento.
“Proponemos que en el Perú, la prueba rápida en condiciones de epidemia no sea considerada complementaria, sino equivalente a la prueba molecular”, enfatizó.
Detalles. El artículo, titulado “Evaluación en condiciones de campo de una prueba serológica rápida para detección de anticuerpos IGM e IGG contra SARS-COV-2”, fue elaborado por 11 especialistas.
Se realizaron tanto pruebas moleculares y rápidas a un grupo de 144 personas.
La muestra se divide en pacientes hospitalizados, trabajadores de salud y casos sospechosos del virus.
Las pruebas rápidas identificaron a 28 personas positivas (19.4%) y las moleculares a 16 (11.1%). Además, las pruebas serológicas detectaron 21 casos que habían resultado negativo en las moleculares, dando un rendimiento diagnóstico adicional del 56.8%.
Cabe precisar que de este grupo, 13 son hospitalizados y ocho son casos sospechosos con más de siete días de enfermedad.
¿Estas conclusiones avalan lo afirmado por Zamora? No. En este caso es fundamental dar cuenta del momento de la evaluación.
“La prueba serológica rápida logró detectar un mayor número de casos respecto a la molecular sobre todo a partir de la segunda semana de inicio de síntomas”.
Y agrega: “Los resultados mostrarían su utilidad como prueba complementaria a la prueba molecular, especialmente durante la segunda y tercera semana de la enfermedad”.