​Pueblos indígenas denuncian irregularidades en el proyecto Hidrovía Amazónica
​Pueblos indígenas denuncian irregularidades en el proyecto Hidrovía Amazónica

La Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO) indicó en un comunicado que fue invitada por las empresas encargadas del proyecto para participar en talleres informativos antes de que las autoridades aprobaran el plan de participación ciudadana.

Según ORPIO, la invitación de la empresa Cohidro, concesionaria del proyecto, y la consultora ECSA Ingenieros, llegó cinco días antes de que el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) diera el visto bueno a esas actividades.

Tras ser declarado nulo un recurso de apelación presentado por ORPIO, la organización indígena decidió demandar judicialmente la resolución bajo el argumento de que vulneran el debido procedimiento administrativo y el derecho de participación ciudadana de los pueblos indígenas.

El presidente de ORPIO afirmó que los talleres realizados hasta ahora no han sido pertinentes porque el público "se mezcla entre indígenas, agremiados y personas de la sociedad".

"La metodología usada para brindar información no es intercultural ni adecuada. Esta es otra razón por la que pedimos la nulidad de esos talleres y que se realicen otros", agregó Pérez.

Por su parte, el presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), Lizardo Cauper, destacó la preocupación existente entre los pueblos nativos en torno al proyecto y exigió una consulta previa con los indígenas una vez que el estudio de impacto ambiental sea presentado.

"Nuestros ríos van a estar administrados por foráneos, cuando somos los indígenas quienes lo hacemos mejor. Ellos pueden conocer la ciencia, pero no conocen la realidad", argumentó Cauper.

"Tenemos muchas demandas, pero no vemos los beneficios para nosotros. No hay un estudio económico de lo que pasará con las comunidades en esos 40 años", añadió.

Una de las principales preocupaciones son las obras de dragado del lecho de los ríos, donde se remueven rocas, arena, sedimentos y otros materiales para que el río tenga suficiente profundidad como para permitir el pase de grandes embarcaciones comerciales.

Esa tarea puede alterar las condiciones naturales en las que se da el "mijano" o periodo de reproducción de peces, mientras que los sedimentos movidos contienen el alimento para especies que viven en el río como el boquichico (Prochilodus nigricans), según los indígenas.

La Hidrovía Amazónica fue adjudicada en julio de 2017 al consorcio Hidrovías II, formado por la constructora estatal china Sinohydro y la peruana Casa Contratistas, y requerirá una inversión inicial de 95 millones de dólares, a cambio de una concesión de veinte años.

La obra requiere crear un canal de navegación de un máximo de 56 metros de ancho para el tránsito de naves de 1,8 metros de calado por los ríos Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas, en cuyas riberas se asientan 424 comunidades nativas, pertenecientes a 14 etnias distintas.