El penal de Lurigancho fue escenario ayer de un desfile "canero" en el que participaron 970 internos que vistieron uniformes, boinas verdes y lucían rostros pintados de rojo y blanco. Usaron escobas y lampas como armas.
Ellos fueron acompañados por una banda de guerra compuesta por reos, que los acompañaron durante el recorrido.
Los reclusos desfilaron por una pista de 83 metros y a su paso eran fotografiados y aplaudidos por los asistentes.
El primer lugar lo lograron los internos del pabellón 15, quienes ganaron un gallardete y a un televisor de 50 pulgadas. Los del pabellón 5 ocuparon el segundo lugar. Las instalaciones estuvieron decoradas con globos rojos y blancos.