La población del distrito de Achaya, en la provincia puneña de Azángaro, está molesta con la justicia, puesto que ocurrió un robo en la Municipalidad Distrital de Achaya y a las autoridades parece importarles poco.
Todo parte de algunos extraños hechos ocurridos la madrugada del sábado 23 de noviembre, cuando eran las 4:00 horas se habría registrado la salida de un tractor de la comuna local, los vecinos pensaron que iba a hacer alguna labor de arado, pero no fue así.
En la tarde, los pobladores notaron que el vehículo pesado no regresaba. Muy preocupados hicieron de conocimiento del regidor Pedro Samanes, quien constató que en los almacenes faltaba una rastra, o más bien, alguien había reemplazado la original con otra.
Inmediatamente se inició un rastreo e intensa búsqueda, siguiendo las huellas del tractor de la madrugada. Las pesquisas vecinales concluyeron la mañana del domingo 24 de noviembre, cuando hallaron un tractor con una rastra similar en la comunidad de Yukajachi, sector Punchillapata.
El vehículo que encontraron allí es de propiedad de de Héctor Coaquira Ayamamani, pero tenía una rastra de color celeste que había sido recién pintada. Esa mañana, la rastra estaba en plena faena y el arado estaba siendo conducido por el hijo del comunero: Alexis Coaquira Mamani.
Ante la presión del pueblo y autoridades, el implicado Héctor Coaquira negó que la rastra sea de la municipalidad, afirmó que lo había adquirido de Juliaca por cinco mil soles. La respuesta del hombre enfureció a la masa, incluso le cayó una paliza y fue retenido hasta el lunes.
Luego, el padre dio la versión de haberse prestado del teniendo alcalde Nolberto Mamani por un lapso de tres días. En realidad fue robo.
El Poder Judicial solamente dio comparencia restringida para el inculpado, eso indignó a los moradores y se volvieron a reunir ayer por la tarde. Ahora han citado a las partes involucradas a una asamblea dominical.