ICA. Un mimado y malcriado Simón Agapito Sánchez Alayo mostró el dedo medio a la prensa desde una de las ventanillas del Ministerio Público a donde ingresó a “paso ligero” como un soldado raso por una investigación que se les aperturó por la muerte de tres agentes de seguridad suyos y el robo del exhorto. Unas horas antes (9:50 de la mañana), Manuel Andrés Sánchez Alayo llegó a bordo de un moderno vehículo a declarar. Carlos Alberto Sánchez Alayo, también fue citado. Este último pasado el mediodía, no se apareció en la Fiscalía. A los tres hermanos, el fiscal José Luis Herrera Ramos el último 29 de marzo dictó su captura a nivel nacional luego que no acudieran a testimoniar. Al clan trujillano no le quedó otra que comparecer de manera voluntaria ante el Ministerio Público de Ica. La condición de los tres hermanos en dicho proceso es en calidad de investigados. apoyo. Anteriormente acudieron a la Fiscalía en calidad de testigos. Y como para no perder la costumbre, los hermanos llegaron con un séquito de más de ocho guardaespaldas. La policía intervino y todos portaban revólveres; y tenían toda la documentación y el permiso correspondiente. Fuentes policiales han revelado que Simón Agapito por portar el arma de fuego fue conducido a la comisaría iqueña. Los agentes de seguridad que en gran número pertenecían a la Marina de Guerra del Perú y la Fuerza Aérea del Perú, llegaron en dos modernas camionetas 4x4, tampoco tenían requisitorias. Hasta el final de la declaración de los Sánchez Alayo, la policía iqueña en turnos doblegó el resguardo en los alrededores del Ministerio Público, ubicado en la Urb. Raúl Porras. harold aldoradín ortiz haldoradin@epensa.com.pe