Debido a la ausencia de lluvias en la Cordillera de los Andes, producto del cambio climático, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) decidió disminuir la presión de agua en los hogares para evitar un desabastecimiento.
“Se trata de regular la intensidad con la que ingresa el recurso hídrico a los domicilios, que tienen el servicio las 24 horas del día. Esto se aplicará de 8 de la noche a 4.30 de la mañana”, anunció Yolanda Andía Cárdenas, gerente de Producción y Distribución Primaria de esa empresa estatal.
EFECTOS. La funcionaria explicó que la ausencia de precipitaciones en la Sierra, donde Sedapal almacena el agua en represas y lagunas para llevar a la capital, afecta el nivel de los ríos Rímac y Chillón, principales fuentes de suministro.
“Los actuales caudales de ambos ríos no corresponden a los que normalmente se registran en diciembre, por eso hemos realizado descargas de las represas, que tienen como función almacenar el recurso hídrico en épocas de estiaje”, explicó.
Según el reporte diario del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), ayer a las 10 de la mañana los caudales del Rímac y Chillón registraron un déficit de -51% y -75%, respectivamente.
“El promedio del primer río es 18.5 metros cúbicos por segundo, cuando lo normal debe ser 39. En tanto, el segundo se mantiene en 1.8 metros cúbicos por segundo, pero debería estar en 7.5”, precisó Juan Arboleda, subdirector de Predicción Hidrológico del Senamhi.
GRAVEDAD. Para José Luis Patiño Vera, gerente de Usuarios de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), la falta del recurso hídrico en Lima y Callao podría empeorar si las condiciones climáticas permanecen.
“La cantidad de agua que permite almacenar las represas de Sedapal deberían servir para abastecer a los limeños durante dos años, sin embargo, esto ya no ocurre por el crecimiento poblacional y el cambio climático”, explicó.
Manifestó que en los últimos años estos almacenes de agua no se llenan al 100% por la escasez de lluvias. “El año pasado, por ejemplo, solo llegaron al 85% de su capacidad”, dijo.
Al 15 de diciembre, la Sunass reportó que las reservas del líquido elemento es 30% menores que las del 2011, año que representa el menor volumen acumulado en este periodo.
Patiño Vera comentó que la medida de reducir la presión de agua es adecuada, pues Sedapal está obligada a que la cantidad almacenada, así sea poca, alcance hasta el siguiente periodo de lluvias.
Dijo que si aún en enero no hay precipitaciones, esa empresa debe aplicar la segunda medida de contingencia, que consiste en recortar el servicio de madrugada en las zonas donde tienen este recurso las 24 horas del día. Esto abarca al 85% de usuarios.
De persistir esas condiciones, el abastecimiento del agua sería aún más restrictivo durante todo el año.