Piura. El director del Centro de Innovación Tecnológica (CITE), Gastón Cruz, informa que en la región se produce cada año un aproximado de 300 mil TM (toneladas métricas) de algarroba, pero solamente 30 mil TM se comercializan. “La mayor parte la consume la población del campo o sirve de alimento para los animales”, agrega. De esta manera, el especialista intenta decirles a los productores de que el mercado de los derivados de la algarroba, como la misma algarrobina, aún no es aprovechado. Incluso, hay quienes insisten en una producción artesanal. El especialista y catedrático de la UDEP destaca además que este fruto del algarrobo contiene un 50% de azúcar natural, 10% de vitaminas y el resto lo componen minerales. PRODUCTORES. Tener un producto natural y nutritivo en la región despertaron la creatividad en el cataquense Roger Zegarra Zapata. Hace 13 años inició la producción de su algarrobina Tallán. El empresario menciona que no solamente está abocado en comercializarla y obtener nuevos derivados, como los toffees y las natillas, sino también fomentar el pago justo a los recolectores de las vainas de algarroba. Por un quintal se paga 20 soles. Asegura que al mes produce 800 litros de algarrobina. Otra experiencia exitosa es de la Asociación de Chutuque (Cristo Nos Valga), donde el programa de las Naciones Unidas financió un proyecto de manejo de algarrobales. Las mil familias beneficiadas -explica la gerente Danny Zegarra- cuidan los bosques en un área de 250 hectáreas y están dedicadas a la producción de los derivados de la algarroba. Este 15 se marzo iniciarán la mayor campaña de cosecha para continuar produciendo 500 litros de algarrobina al mes.