La actual pandemia no solo ha generado una crisis sanitaria sin precedentes y una debacle en la economía mundial. También ha provocado que la salud mental de millones en el mundo sufra serios estragos que necesitan de urgente atención. El médico y psiquiatra, Teobaldo Llosa, que acaba de lanzar su libro “Inmortales” en el que analiza el origen de la esquizofrenia, pone el dedo en la llaga y nos presenta un escenario que preocupa.
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¿No nos hemos querido dar cuenta que mantener la salud mental de la población es una prioridad?
Durante este año de pandemia siento que la preocupación solo se ha centrado en evitar los contagios, el uso de las mascarillas, el alcohol en las manos, en resumen, el tema de la prevención. Pero se olvidaron de la salud mental en términos globales, no se habla de lo que el encierro prolongado y obligatorio puede afectar. Se empiezan a desarrollar fobias como no querer salir por el temor a contagiarse y morir, eso por un lado. También estar encerrado durante un tiempo comienza a generar que broten algunas cosas que uno tiene en su personalidad y en su mente. Los deprimidos comienzan a deprimirse más.
¿Vivimos todos en un estrés permanente?
El estrés es algo normal y necesario a ciertos niveles, pero cuando el estrés es muy intenso y sobre todo sostenido es lo que se llama distrés, que genera problemas emocionales graves. El estrés de la pandemia es terrible, y sabes por qué, por la incertidumbre de no saber lo qué nos va a pasar y de tener que batallar con un enemigo oculto.
¿Qué hacer ante este escenario?
A lo largo de la historia el hombre siempre ha tenido temor ante lo desconocido, pero al final se termina acostumbrando. No es la primera pandemia que vivimos, pero lógicamente va a depender de cada persona y sus hábitos el afrontarla y salir de la crisis.
¿Cómo prepararnos para asumir tanta muerte de gente cercana?
Uno tiene que ser realista, para comenzar, si uno ha visto como es que se mueren los pacientes por coronavirus en UCI, si es creyente en Dios pedirá que lo recojan. En medio de todo, saber que dejó de sufrir ya es un consuelo, es algo que atenúa el dolor, pero siempre va a quedar un hueco emocional, por no haberse podido despedir y no haber escuchado las últimas palabras.
La vida debe continuar...
La gente sigue viviendo y a estos eventos trágicos les crea como una especie de amnesia. Uno al dolor se acostumbra poco a poco, y como tiene que sobrevivir lo va atenuando y se preocupa para que no le vaya a ocurrir a uno lo mismo. Siempre le digo el familiar fallecido: ‘el consuelo en medio de todo lo malo es que ya no está sufriendo. Siempre hay que acordarse de lo bueno’.
Las redes sociales se han convertido no solo en un obituario, la gente se desahoga volcando su dolor...
Eso de poner listones negros y que todo el mundo te dé el pésame, es algo que no estoy de acuerdo, lo veo muy superficial, para mí esas manifestaciones deben ser íntimas. Además, con todos esos comentarios que se generan en redes, mucha gente puede sentir que no hizo lo suficiente o que se descuidó en la protección de su familiar. En lugar de ayudar, puede terminar haciendo daño,
En su último libro “Inmortales”, habla sobre el origen de la esquizofrenia. ¿En pandemia se han agudizado estas enfermedades mentales?
La esquizofrenia es algo genético, no es una enfermedad viral, entonces no creo que haya aumentado, al menos tomando en cuenta mi consulta en la clínica. El esquizofrénico no se cura, pero sí podemos atenuar sus síntomas tantos positivos, como negativos, pero curarlos la verdad no sé. Hay quienes dicen que tuvieron un primer episodio esquizofrénico, psicótico, y desapareció. Podemos considerar que de repente el mal se inhibió, pero como la mayoría de psiquiatras, también creo que esa enfermedad no tiene cura.
Teobaldo Llosa Rojas
Doctor en medicina. Psiquiatra. Graduado en la Universidad de Brasil y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Con estudios en el National Institute on Drug Abuse. Director de Extrés Ejecutivo, Lima.