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Abandonados. Cinco comunidades que aglutinan a unos 7500 pobladores padecen por la falta de alimentos y agua potable en la localidad de Imayo, distrito de Chiriaco (Amazonas), tras el derrame de mil barriles de petróleo debido a la rotura de un tubo del Oleoducto Norperuano de la empresa estatal , ocurrido el pasado 25 de enero.

Ad portas de cumplirse un mes del desastre ambiental, los ciudadanos de esta zona de Bagua se han quedado sin su principal fuente de alimentación: los peces de los afluentes al río Marañón.

SOLOS. Ellos revelaron que ni el presidente del directorio de Petroperú, Germán Velásquez, ni el ministro de Salud, Aníbal Velásquez, han llegado a la zona para proveerlos de agua, medicinas o alimentos.

Lo que sí hay son piscinas y espacios donde se almacena el petróleo que se va recogiendo. Por ello, consumen los animales del río con el hidrocarburo negro: Chiriaco.

Además, refieren que el pago de la compañía petrolera por los trabajos de recojo del crudo es entre S/50 y S/70.

El poblado más afectado es Nazaret, donde nadie ha visto a autoridad alguna. Nadie ha llegado a la zona para hacer siquiera recomendaciones para no contraer las enfermedades que produce simplemente el olor del petróleo.

LOS MENORES. Son cerca de 15 familias, de cuatro miembros, entre los que en mayoría son niños, los que presentan malestares estomacales y respiratorios.

La posta solo cuenta con medicamentos para atender necesidades primarias. Mientras que en el distrito de Morona (Loreto), el trabajo de recojo de los dos mil barriles que cayeron sobre la naturaleza el 3 de febrero continúa.

AFUERA. Varios funcionarios de Petroperú fueron retirados luego del tercer derramamiento en Jaén (Cajamarca) durante una labor de mantenimiento del canal, informó Germán Velásquez, quien señaló que “ya se han tomado decisiones al interior”.

Explicó que el informe de gerencia del Oleoducto Norperuano previo a los dos accidentes no mostró ningún tipo de falla. Pero análisis posteriores demostrarían que esto sería falso, por lo que el referido informe es evaluado.

“Los cambios ya se realizaron y los nuevos responsables de las gerencias están enfrascados en desarrollar un análisis detallado que permita dar una respuesta contundente a esta preocupación”, dijo.

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