Pese a que las autoridades del país saben que el 90% de las llamadas para extorsionar se realizan desde las prisiones, los internos más peligrosos del país continúan accediendo sin ningún problema a todo tipo de celulares y a la información que brindan las redes sociales. Según las imágenes propaladas por los programas televisivos Domingo al día y Alto al crimen, los delincuentes que purgan condena en los penales Miguel Castro Castro de San Juan de Lurigancho y Sarita Colonia del Callao llaman con total libertad, “chatean”, “textean”, juegan y visualizan videos desde sus celulares o modernos smartphones. Como si fueran locutorios públicos, los internos se concentran en el pabellón 6-A de Castro Castro para realizar llamadas, recibir mensajes, comprar chips e increíblemente “cargar” sus aparatos cuando se ha acabado el saldo.

En este pabellón, los reclusos que manejan los “locutorios” atienden a sus colegas que tienen que hacer una larga cola y brindan sus servicios con la anuencia de las autoridades.

Si se tiene en cuenta que ambos penales son de máxima seguridad, resulta evidente que cualquier “marca”, “raquetero”, secuestrador, extorsionador y terrorista tiene carta blanca para coordinar con sus secuaces en libertad

Chalacos. A diferencia de lo que ocurre en Castro Castro, los reos de Sarita Colonia son más sofisticados en el uso de los aparatos móviles, pues ellos se mueven como “Pedro en su casa” con modernos y costosos smartphones.

Los reclusos allí internados, como el célebre Luis Mannarelli Rachitoff, se pasean por los distintos ambientes sin ocultar los celulares y parece con la aprobación de los agentes del Inpe.

En las imágenes de Alto al crimen se puede observar a los internos con los audífonos puestos paseando por el patio central y llamando cuantas veces sea necesario al exterior.

También se observa que los reos envían mensajes, ingresan en las redes sociales y disfrutan de videos o imágenes en un ambiente de relajo y sin preocupación por alguna requisa.

Complicidad. Sobre esta grave situación que afecta la seguridad ciudadana, el exjefe del INPE Leonardo Caparrós dijo que si todo esto se da a vista y paciencia de las autoridades es porque existe complicidad.

Manifestó que es inexplicable que todo esto suceda a sabiendas que el 90% de las extorsiones que se producen en el país tiene su origen en las distintas prisiones.

Es necesario precisar que las imágenes muestran que las mafias dedicadas al alquiler de celulares en los penales cargan las baterías de los aparatos utilizando la energía eléctrica que pagan todos los contribuyentes.

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