Vándalos queman local y atacan a trabajadores de agencia de transporte
Vándalos queman local y atacan a trabajadores de agencia de transporte

Con lágrimas, nerviosismo y la voz apagada, Noelia Japura, administradora y representante legal de Evolution, agencia de transporte informal que cubre la ruta -, por poco se desploma cuando arribó al local, donde diariamente 60 pasajeros suben a minivanes, ubicado en la calle Pérez de Cuéllar, en Hunter. El olor a gasolina y madera quemada, al igual que la calle inundada de muebles destrozados junto a vidrios rotos, así como las heridas en los rostros y desesperación de sus trabajadores, no hizo más que afligirla.

Como según explica una de las secretarias de la agencia, Mercedes Rodríguez, minutos antes de las seis de la mañana de ayer, un grupo de 20 a 25 vándalos con pasamontañas, portando palos de madera y objetos metálicos, al igual que armas de fuego, irrumpieron en el local, sin importarles la presencia de niños y padres de familia, pasajeros que se disponían viajar a Juliaca, en la primera de las salidas diarias.

“Ellos (los pasajeros) tuvieron que esconderse, escaparse, atemorizados... dos de mis compañeras y un chófer fueron agredidos por esas personas de mal vivir... A las chicas las arrastraron hacia la calle, jalándolas de los cabellos, con puñetes y patadas. También nos amenazaron de muerte”, fue una de primeras declaraciones de Mercedes, tres horas después del lamentable incidente, cuando, ya más tranquila, efectuaba diversas llamadas en su celular, para “llamar la atención de la prensa y que comprueben los destrozos”.

Efectivamente, al ingresar al local, no se encontró más que rastros de basura, periódicos, un mueble pegado a la pared que estaba vacío y un televisor LED de 42 pulgadas con la pantalla rota. Aparentemente, la escena ya había sido ‘limpiada’ por los agentes policiales de la Divincri.

Edgar Aquise Choque, de 26 años, otro empleado de la empresa informal, lógicamente lamentó el terrible ataque, pero mostró firmeza en identificar a los supuestos responsables.

“Son dirigentes de Puno, allá son conocidos, están acostumbrados a crear zozobra”, asegura Aquise.

IDENTIFICADOS. Los presuntos cabecillas serían, como también confirmó la administradora, Eloy P., Wenceslao F., Leonarda R. y Hugo M.; todos ellos puneños y que supuestamente llegaron ayer a la ciudad, tal como afirma Mercedes, “en respuesta a la apertura de un local en Puno, el cual se trató de hacer la semana pasada”.

Por otro lado, según confirmaron fuentes policiales, cuatro personas atacadas ayer presentaron su respectiva denuncia ante la comisaría de Hunter, por supuestas agresiones físicas. Ellas son Maritza Apaza, una de las secretarias que labora en el turno de la madrugada, al igual que Delia Minga y Cinthya Vilca, ambas colaboradoras en la agencia. En tanto, uno de los choferes, identificado como Richard Tipo Apaza, apodado por sus compañeros como ‘Micky’, fue trasladado al Hospital Regional Honorio Delgado, presentando traumatismos.

CUCHILLO. ¿A qué se debe este ataque que denuncia la secretaria de la agencia? Según la información proporcionada, el origen de la gresca tuvo lugar en la ciudad del sureste peruano, cuando Evolution, en aras de expandir sus operaciones de transportes, decidió implementar la semana pasada una pequeña oficina, cerca al Terminal Terrestre de Puno. En efecto, según lo que contó la encargada, Noelia Japura, el acto tuvo un desenlace con peores resultados que lo previsto.

“Esa vez, igualmente nos atacaron, al parecer hay intereses de esas personas (anteriormente nombradas) en que ningun local abra allá, quieren ser los únicos”.

Efectivamente, en informaciones publicadas por diarios puneños, el lunes 8 de junio se informó sobre la agresión al transportista Huber Huallpa Taipe (22), quien fue acuchillado en el estómago, producto del enfrentamiento.

“Los mismos que acuchillaron a Huber son los que vinieron a agredirnos (...) lo que buscan es intimidarnos, que nos retiremos”, dice Edgar Aquise, mientras la segunda fiscal adjunta de Hunter, Julia Yacasi Quispe, efectúa las investigaciones in situ, para comprobar los daños ocasionados.

EL OTRO LADO. Los negocios de la calle Pérez de Cuéllar, una de las vías de ingreso al terminal terrestre, permanecieron cerrados casi toda la mañana. Nadie se atreve a entrar o salir del mismo. Y es que, dos cordones de unos veinte policías, impiden que las agresiones entre los trasportiras informales se reanuden. Claramente distinguidos, hay dos bandos. Uno, el de Evolution, que reclama el local saqueado y el mobiliario incendiado, y otro, que protesta por las lunas rotas de una miniván blanca, la cual está estacionada aún en la vía, para la verificación policial.

Al intentar conversar con una de las manifestantes, esta no quiso brindar ninguna declaración, inclusive, pudimos corroborar que junto al reportero gráfico estábamos siendo fotografiados

“No pensamos que iban a llegar a esto... nos están coaccionando, no sabemos cómo actuar”, dice finalmente Noelia, quien, aún llorando, jamás imaginó que la competencia llegaría a ser mucho más que desleal, casi mortal.

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