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El inicio de este lunes del corredor vial inició sus operaciones continúas, sin embargo esto causó una serie de dolores de cabeza para los limeños.

En Rímac se pudo ver colas de decenas de personas esperando un bus para llegar a su destino, sin embargo tuvieron que esperar debido que los buses pasaban cada 10 minutos a pesar que la alcaldesa, Susana Villarán, aseguró que solo habrían un lapso de 3 minutos.

A esto se le añadía que los buses que no están dentro de la reforma del transporte tomaban rutas alternas generando gran tráfico al punto que para avanzar cinco cuadras tomaba cerca de media hora, retrasando a los pasajeros.

Además, el desconocimiento de los usuarios era evidente y los orientadores hacían su mejor esfuerzo para explicar cómo funcionaba el corredor vial ante la evidente molestia de los limeños que no podían tomar un bus.

El gerente de Pro Transporte, Gustavo Guerra García, aseguró que la clara falta de buses para satisfacer la demanda de usuarios se debió a que algunos vehículos no salieron debido a que fueron apedreados.