Alan García: La emotiva despedida de familiares y amigos
Alan García: La emotiva despedida de familiares y amigos

“Y (dejo) mi cadáver como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios”, fue la frase que colocó el expresidente entre los párrafos de una carta escrita antes de tomar la decisión de dejar este mundo. El mensaje fue leído por su hija Luciana García Nores en una ceremonia en la Casa del Pueblo antes de que los restos del líder aprista sean cremados.

“Cumplí la misión de conducir el aprismo al poder en dos ocasiones e impulsamos otra vez su fuerza social. Creo que esa fue la misión de mi existencia, teniendo raíces en la sangre de ese movimiento”, escribió el exmandatario. En la misiva, que fue leída entre lágrimas por su hija, Alan resaltó que sus adversarios optaron por la estrategia de criminalizarlo durante más de treinta años, pero jamás lograron encontrarle algo sobre actos de corrupción. 

“Los derroté nuevamente, porque nunca encontrarán más que sus especulaciones y frustraciones (...). He visto cómo se utilizan los procedimientos para humillar, vejar y no para encontrar verdades”, añadió García en su misiva.

Su hija Luciana, acompañada de sus hermanos, prosiguió leyendo párrafos en los que el expresidente destaca que no fue sobornado por ninguna empresa ni obtuvo riquezas a costa de coimas de alguna constructora. 

“La historia tiene más valor que cualquier riqueza material. Nunca podrá haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí: otros se venden, yo no”, resaltó García. En otra parte del texto, escribió que cumplió con su deber en la política y en obras realizadas en favor del pueblo peruano, en alusión a lo hecho durante su último gobierno (2006-2011). 

Añadió que alcanzó metas que otros países o gobiernos de Latinoamérica no lograron. Asimismo, agregó que “he visto a otros desfilar esposados guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias ni circos”. 

“Por eso, les dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones; a mis compañeros, una señal de orgullo”, reza el escrito. Antes de esa carta, Luciana García había leído otra dedicada por la familia a su padre. En ella agradeció a todos los presentes que llegaron a honrar la memoria del exmandatario.“Él no ha dicho cómo quisiera que lo despidiéramos, pero no nos cabe la duda que es aquí, que hubiese elegido estar en la Casa del Pueblo que tanto quiso, rodeado de todos sus compañeros y hermanos con todo el cariño que le han sabido demostrar”, manifestó entre los aplausos de los presentes. 

En esa línea, destacó que si bien todos se referían a Alan García como el compañero o el Presidente, su familia lo hacía como el papá. “Él fue con todos y cada uno de sus hijos el hombre más cariñoso, engreidor, dulce y alegre. Sus abrazos de oso hacían desaparecer penas, angustias y miedos. Y aunque sus bromas siempre fueran las mismas, no dejó un solo día sin regalarnos su risa contagiosa que nos llenaba el alma”, resaltó. Acotó que además de ser un papá, Alan fue un gran profesor para toda la familia y, por ello, les dejó una prueba con una respuesta o explicación sobre su muerte. Se refería a la carta que elaboró el líder aprista. 

Ceremonia

Horas antes de esas lecturas, a las 9:11 a.m., se inició las exequias del exmandatario con la presencia del párroco de Manchay, José Chuquillanqui, quien elevó una oración a nombre de García. Ambos se conocían desde el segundo gobierno del aprista, quien condecoró -en el 2018- al sacerdote por su buena labor. Enseguida, dirigentes y legisladores destacaron su trayectoria. “Hoy es un día de reafirmación. 

Ante tu féretro te decimos compañero (Alan), que no vamos a claudicar. Tú supiste llegar al corazón del pueblo, condujiste masas e hiciste que el discurso de esperanzas e ilusiones se convirtiera en realidad: obras para los más humildes”, sostuvo el congresista y secretario general del APRA, Elías Rodríguez. 

Por su parte, su colega Jorge del Castillo invocó a la militancia aprista a “jamás desertar” y consideró a su líder como el “mejor presidente del Perú”. Entre tanto, Mauricio Mulder destacó que Alan, con su partida, está dejando un legado. El homenaje continuó con el secretario personal de Alan García, Ricardo Pinedo, quien recordó cuando lo conoció en un marcha (1978) y donde el exmandatario le dijo: “Agite (la bandera), compañero, tenemos que gritar más que los comunistas”.“Querido presidente, varias veces me repetiste que tu único objetivo en la vida era tener un lugar en la historia y yo creo que lo has logrado hoy día; estoy seguro que lo has logrado, ¿saben por qué? Porque en este momento Alan García es un ser libre en todo el Perú”, destacó Pinedo en su discurso. 

Finalmente, Omar Quesada, actual miembro de la Comisión Política del APRA, recordó que combatió el terrorismo junto a su líder y García era una persona que jamás iba a rendirse. “Porque si hay algo que has hecho, ha sido salvar también a tu partido de la humillación. Cuando todos los odiadores estaban preparados para verte como un Cristo, insultado y vilipendiado, tú entregaste lo mejor, lo más preciado que tiene un hombre, que es su vida”, sostuvo. Agregó que, por ello, siente como un honor haber trabajado con el expresidente recorriendo caminos inhóspitos y lugares como la selva, espacio que amaba García. 

Tras la ronda de oradores, el menor hijo de Alan García, Federico Danton, fue invitado a inscribirse de manera oficial a la agrupación que por más de 30 años dirigió su padre.

Recorrido

Antes de darle el último adiós al expresidente, la dirigencia aprista propuso que los restos de Alan García recorran dos de las principales avenidas y plazas de la capital, donde en diversas ocasiones se dirigió a miles de personas en concurridos mítines políticos.

El ataúd de García, llevado en hombros por militantes e hijos del expresidente, fue retirado de la Casa del Pueblo alrededor de las 10 de la mañana, para iniciar un recorrido en el Centro Histórico de Lima, en compañía de cientos de simpatizantes, militantes de diversas partes del país y curiosos que se acercaban intrigados por el suceso.A su salida del bastión aprista, el cortejo fúnebre comenzó su movilización por la avenida Alfonso Ugarte, la cual fue invadida con carteles, banderas, cintillos y estampas con el exlíder aprista. 

Previamente, el grupo partidario de la estrella había anunciado una primera parada en la Plaza Dos de Mayo.La comitiva oficial estuvo encabezada por los congresistas Mauricio Mulder, Elías Rodríguez, Jorge del Castillo, la exministra Nidia Vilchez y el ex secretario general del APRA, Omar Quesada. 

Entre lágrimas y arengas los dirigentes continuaron su trayectoria por la avenida Nicolás de Piérola rumbo a la emblemática Plaza San Martín, donde el expresidente se había dirigido a la ciudadanía ante sucesos políticos de diversa índole y candidaturas a la jefatura de la Nación.En medio de la multitud, el féretro de Alan García fue escoltado también por miembros de la Policía Nacional que brindaron apoyo y facilidades a la dirigencia aprista en su desplazamiento. 

En la Plaza Dos de Mayo, una carroza esperaba a la comitiva del partido para trasladar los restos del expresidente hasta su último lugar de descanso, en Huachipa.Así, en solo cuestión de minutos, el vehículo se dirigió hacia la avenida Abancay y luego a la Vía de Evitamiento, con un gran resguardo policial que le permitió un rápido desplazamiento.

Poco antes de la una de la tarde, la carroza fúnebre hizo su llegada al camposanto de Mapfre, al este de Lima, junto a camionetas que trasladaban a familiares y buses que movilizaban a grupos de militantes. Sin embargo, el acceso al lugar fue restringido por autorización expresa de la familia y el círculo cercano al exmandatario. 

La cremación, que estaba programada para las dos de la tarde, se extendió por cerca de 4 horas y tuvo lugar luego de la realización de una misa de cuerpo presente en la capilla privada del cementerio. Hasta el lugar del adiós final también llegaron la excandidata presidencial del Partido Popular Cristiano (PPC), Lourdes Flores Nano; el excongresista Xavier Barrón; y el excanciller José Antonio García Belaunde, entre otros personajes políticos. Finalizada la cremación del exmandatario, se observó a su hijo menor Federico Danton García llevando la urna donde se encontraban las cenizas de su padre. Él portaba también su banda presidencial.