​Alberto Quintanilla: "Fujimori con un gobierno corrupto le quita toda autoridad a Keiko"
​Alberto Quintanilla: "Fujimori con un gobierno corrupto le quita toda autoridad a Keiko"

Un total de 55 mil 218 votos puneños apoyaron la victoria de Alberto Quintanilla, el número 3 del Frente Amplio. Arrancó último en la campaña y logró la mayor votación, solo después de Marisa Glave, en el Frente Amplio.

El congresista electo habló de su pasado como diputado. Sus aventuras de hombre de izquierda y sus aspiraciones en su labor congresal. Le declara la guerra al fujimorismo en esta segunda vuelta electoral, pero también cuestiona que el Frente Amplio no haya definido un apoyo explícito a Pedro Pablo Kuczynski.

El hombre de 65 años, ingeniero economista, sociólogo y abogado, habló de su lucha contra el terror de Sendero Luminoso. Como exdiputado, notario y admirador de Evo Morales, no se calla nada en esta conversación.

¿Usted se siente más puneño o juliaqueño? Yo me siento de la región, no me siento ni más por uno ni por lo otro. Tengo más relaciones y vínculos en Juliaca en la actualidad y he vivido mi niñez en Puno.

¿Cómo confluyen los temas legales, la economía y la sociología? Yo tengo la posición que el derecho, la economía y la política son actividades bastante vinculadas, yo les digo primas hermanas. Los números te permiten apreciar y aproximarte a la realidad y la sociología a entender la sociedad y los problemas.

¿Siempre fue bueno con los números? Sí siempre, en 1967 y en 1968 fui campeón de matemáticas en el cuarto y quinto grado de la secundaria y participamos en las nacionales en ambas oportunidades. Ingresé a la UNI en un buen lugar y tuve la tercera nota en aritmética y álgebra.

¿Cuándo fue su primer viaje al exterior? Lo que pasa que también fui ajedrecista y participé representando al Perú en la Olimpiada Mundial de Ajedrez en 1972 en Puerto Rico, era mi primer viaje al exterior.

¿Dicen que a los “chancones” no les interesa la política, cómo logra ese encuentro? Yo la verdad no me considero chancón, algo como estudiando todo el día, más bien creo tener habilidades para el análisis y combinar las cosas. Mi primer encuentro con la política es a partir del ejemplo de mi padre Rubén Quintanilla Torres, quien era político y militó en el Partido Socialista de aquel entonces con Luciano Castillo. Recordarás que cuando se fundó el partido Socialista con José Carlos Mariátegui, deciden formar el Partido Comunista del Perú, pero hubo un grupo que persistieron con Partido Socialista y tuvieron una destacada participación en el Parlamento entre 1930 y 1932.

¿Y luego salta como dirigente universitario? Ocupé el cargo de vicepresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) en 1968 (gobierno de Juan Velasco)Alvrado, en una situación difícil con varios estudiantes expulsados, nosotros iniciamos una lenta labor de reconstrucción.

¿Cuándo decide regresar a Puno? Luego del movimiento estudiantil pasamos a la nueva izquierda, yo tuve activismo en el sector metalúrgico y minero, y me vengo a Puno a hacer trabajo social, era una estrategia del partido enviar políticos a regiones y yo regreso porque era puneño.

¿Cómo es que lo eligen diputado en 1985? A nivel nacional, en ese entonces el Partido Unificado Mariateguista (PUM), confluye con Izquierda Unida (IU) y se postula internamente y, finalmente, me eligen como precandidato a la Cámara de Diputados; posteriormente me eligen como congresista en 1985. Fui uno de los diputados más jóvenes de la cámara.

¿En este escenario aparece Porfirio Suni (Suni fue dirigente campesino y diputado regional, asesinado a manos de Sendero Luminoso), cómo lo conoce? A Porfirio lo conozco como dirigente de la organización campesina FUCA representando a Carabaya, y con ellos organizamos la toma de tierras, como una estrategia para revindicar los derechos de los campesinos y que sea un freno para que Sendero Luminoso no avance en Puno.

El objetivo era hacer un frente con los sectores de la iglesia sur andina en alianza con la Federación Campesina y los organismos de Derechos Humanos, en base a una negociación con el gobierno de Alan García. En ese momento el interlocutor valioso era Víctor Urviola, prefecto en ese entonces.

¿Qué hubiera pasado si no tomaban las tierras? Hubiese avanzado Sendero Luminoso y hubiera ocupado ese lugar, saqueando a empresas asociativas y liquidando el campo. Luego hubiera hecho un reparto negro de las tierras y los bienes. Sendero hubiera capturado Puno y el Estado hubiera desplegado con una irracionalidad una respuesta que hubiera terminaron con miles de muertos y convertido a Puno en otro Ayacucho.

¿Cuántas veces usted huyó de la muerte? En dos ocasiones, pero más que eso fueron los atentados. Dinamitaron la casa de mi padre en el jirón Cajamarca, la casa del jirón Deustua, volaron la Federación Campesina y el Congreso en la Universidad Nacional del Altiplano. Luego varios de estos atentados se atribuyeron a los grupos paramilitares apristas.

¿PUM, PUM, PUM… sangre y corazón de la revolución... Esas arengas no hacían que se les confunda con Sendero? El APRA nos consideraba como Sendero, algunos mandos militares y los paramilitares también, pero muchos saben que nosotros nunca salimos de la legalidad y pretendimos abrir un tercer camino con las movilizaciones sociales.

¿En el Gobierno de Alberto Fujimori, cuánto cambia esta realidad? No cambia porque Fujimori con un gobierno corrupto, algo colateral, y que le quita toda autoridad moral para que Keiko Fujimori llegue a la Presidencia de la República, desde el 5 de abril del autogolpe de Estado, destruyen todo germen colectivo, desapareciendo los sindicatos, colegios profesionales, buscando una acción individual y detestando toda acción colectiva.