El ministro de Trabajo, Alejandro Salas, se manifestó respecto a la moción de vacancia contra el presidente de la República, Pedro Castillo, que presentó el último martes el congresista Edward Málaga (No Agrupados).
Salas Zegarra señaló que ha hablado con el jefe de Estado respecto a esta iniciativa y él le ha expresado que se encuentra tranquilo. Además, recordó que el Ejecutivo le advirtió a la misión de la Organización de Estado Americanos (OEA) que el Legislativo iba a presentar esta moción eventualmente.
“Hemos conversado, el presidente está tranquilo porque sabe que tiene que primar el ánimo democrático (....) Le manifestamos a la OEA que ante un segundo pedido de confianza lo que íbamos a recibir iban a ser amenazas de suspensiones y amenazas de vacancia y se han materializado”, declaró para la prensa desde el Congreso.
“Si lograsen algún tipo de objetivo de vacar al presidente de la República, la convulsión social sería tan grande que el país sería ingobernable. Eso tenemos que evitarlo fortaleciendo la democracia. Es una lectura de la realidad”, agregó.
En la misma línea, el titular del Ministerio de Justicia, Félix Chero, indicó que desde el Gobierno no existen temor por la moción de vacancia, pues enfatizó en que no existen los votos suficientes para su aprobación.
“Aquí no hay temor en lo absoluto porque esa moción de vacancia tampoco tiene un sustento jurídico. Estamos jugando a la ruleta rusa y en el tambor no hay tantas balas. Ya pasó antes y no hay votos”, expresó ante los medios.
Moción de vacancia
Edward Málaga presentó el último martes la tercera moción de vacancia contra Castillo Terrones, bajo la causal de incapacidad moral permanente. El documento se presentó con un total de 67 firmas de diferentes bancadas.
La iniciativa requiere de 87 votos para ser aprobada y destituir al mandatario. Los últimos dos intentos que se presentaron en este sentido no tuvieron éxito.
El documento, de más de 100 páginas, menciona que el presidente es investigado por el Ministerio Público. El documento se presenta luego de que se conociera que el Gobierno ha interpretado el rechazo de plano de la primera cuestión de confianza planteada ante el Parlamento como un rechazo de la confianza, lo que ha abierto la posibilidad del cierre del Congreso.