Balance negativo: Argentina insatisfecha con elecciones primarias abiertas
Balance negativo: Argentina insatisfecha con elecciones primarias abiertas

Con pocos frutos. Tras cerca de 8 años desde que entraron en vigencia en Argentina, las elecciones denominadas PASO (primaria abierta, simultánea y obligatoria), para los comicios internos de los partidos políticos, el panorama muestra hoy un balance negativo.

Esta propuesta, planteada por el Poder Ejecutivo en abril último, es punto central del debate de la reforma política esta semana, que inició con serias críticas y desconfianza de diversas fuerzas políticas en el país.

En diálogo con Correo, Leandro Querido, de Transparencia Electoral de Argentina, explica y advierte por qué el referido modelo, pese a haber permitido un mayor orden y transparencia de los procesos internos de los partidos, ha sido desvirtuado por las mismas agrupaciones, ocasionando en el camino disconformidad en los resultados por parte de la ciudadanía.

PANORAMA

Desde el año 2009 existió en Argentina un interés de la población por impulsar las elecciones primarias abiertas, a fin de promover la participación ciudadana al interior de las agrupaciones políticas, explica Querido.

Dos años después, con la llegada del segundo régimen de Cristina Kirchner, dicha propuesta fue discutida y aprobada en el Parlamento argentino para aplicarse por primera vez, ese mismo año, y a través de la cual -calcula- continúa en el proceso electoral entre el 60% y 70% de los partidos que presentan candidatos a cargo de elección popular.

“Prácticamente, la mayoría alcanza el 1.5% (de votos válidos necesarios), por tanto existe un filtrado, aunque no es significativo. Después, esto es lo que generó, en un principio, más orden porque las elecciones son realizadas por el Estado argentino, con un mayor control en el financiamiento, etc.; el tema es que los partidos no son muy propensos a competir. Es decir, presentan una lista por categoría, por lo que no compiten contra nadie”, manifestó el experto.

Querido sostiene que esta actitud por parte de las agrupaciones, sean partidos u alianzas políticas, ha motivado “el debate de la forma en que se desvirtúa el texto de la ley”, que buscaba mejorar la competencia hacia el interior del partido.

“Estas decisiones de listas únicas lo que hacen es desvirtuar un poco la esencia de la ley. Por otro lado, hay muchos ciudadanos que cuestionan eso porque, en definitiva, al no haber competencia no se sienten muy involucrados y pierde un poco el sentido (el proceso), y se empieza a discutir los costos de la elección”, sostiene.

El director ejecutivo de Transparencia Electoral para América Latina señala que realizar una PASO en Argentina cuesta un equivalente a $100 millones, costo similar a lo considerado por el Gobierno para un proceso de este tipo en el Perú.

Asimismo, comenta que la disconformidad ciudadana con respecto al escenario se vio reflejado en una encuesta que realizó su organización el 2017. En ella, precisa que, con respecto a la provincia de Buenos Aires, que reúne al 40% del padrón nacional, un 58.4% consideraba que la elecciones primarias no debían continuar siendo obligatorias; mientras que un 65.9% no contemplaba como “útiles” las PASO: “Me parece que este resultado es muy significativo. Ya existía un cuestionamiento en el 2017 y la sensación que tengo es que hoy este cuestionamiento es mayor”.

Consultado acerca de la postura inicial de las agrupaciones ante este cambio en la normativa electoral, Querido recuerda que “no hubo resistencia” por parte de las organizaciones políticas, “porque era una demanda de muchos años”.

“El balance no es positivo a esta altura, porque los partidos han encontrado un atajo para no abrir la competencia entre los partidos, por un lado; y esto generó una suerte de rechazo de la ciudadanía (...) La encuesta confirma que la gente quiere participar y las condiciones no están dadas. Si realmente hubiera una competencia, ellos participarían con una posición activa”, expresa.

Finalmente, recalcó que la aprobación de una norma no necesariamente garantiza su efectiva aplicación, sino que apunta a la necesidad “de un cambio cultural por parte de las autoridades”: “Si en Perú creen que con una ley van a resolver todos los déficit de las elecciones partidarias y la democracia, me parece que se equivocan. Esto tiene que ir acompañado con otras iniciativas y un cambio cultural. Tiene que existir un compromiso de todos lados, de los políticos, de los candidatos y la ciudadanía”, señala.

DISCREPAN

Diferentes posiciones esgrimieron Martín Tanaka, exintegrante de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política, y José Luis Echevarría, abogado y exfuncionario del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), durante su participación ante la Comisión de Constitución del Congreso sobre el tema de las elecciones internas abiertas en los partidos políticos.

Tanaka sostuvo que en las organizaciones políticas no existe un mecanismo suficiente y legítimo para enfrentar el proceso de selección de candidatos. “Precisamente por esa debilidad, yo diría que en la práctica el voto preferencial ha cumplido una suerte de ser una válvula de escape para los problemas de confección de las listas”, señaló.

Para Tanaka, el actual modelo de selección de candidatos tiene aspectos negativos, debido a que los partidos se “tiene una oferta individualista de los candidatos y el perfil programático se pierde”.

“Eso genera tensiones, dificulta la cohesión de la lista y eso se ve reflejado en la dinámica de las bancadas”, destacó.

Por ello, el politólogo dijo que los ciudadanos deben elegir el candidato de su preferencia, quien debería tener un año de militante. “Eso no quita que cada partido pueda establecer otros requisitos y otra forma de normar el proceso de inscripción de candidaturas. Pueden poner más requisitos para ser candidato a la Presidencia o al Congreso”, argumentó.

Una posición diferente fue la expuesta por José Luis Echevarría, quien señaló que si el voto preferencial es perjudicial, para qué se busca trasladarlo a las elecciones internas.

“Se habla de que debe existir una afiliación mayor a un año. La realidad indica que hay que entregar el padrón electoral al Registro de Organizaciones Políticas un año antes de la convocatoria a elecciones (...) por lo tanto, el año de afiliación no se podría cumplir”, dijo.

También se alega que en el Perú existe una muy baja identificación con los partidos, teniendo como argumento que, de acuerdo al Instituto de Estudios Peruanos, un 87% de encuestados se declara no simpatizante con ningún partido político. “Se pretende obligar a la ciudadanía a que participe, a pesar de su rechazo y falta de identidad con las organizaciones políticas. Pueden ser buenas las intenciones, pero ¿se genera el fortalecimiento de las organizaciones políticas de ese modo?”, se preguntó Echevarría.

Asimismo, el letrado dijo que actualmente muchos de los partidos no van a poder cumplir la propuesta del Ejecutivo.

DISCUSIÓN

Tras la exposición, legisladores de diversas bancadas prosiguieron el debate en la Comisión de Constitución.

La congresista Lourdes Alcorta (FP) señaló que la posición de Tanaka es errada, al plantear que el voto preferencial es malo en los comicios electorales, pero que sería bueno en las internas.

“O es legítima o es dañina (...) si el voto preferencial es malo para un tema, no puede ser bueno para el otro. En una elección interna para candidatos, siempre hay competencia”, señaló.

En ese sentido, dijo que la gente al votar por un candidato que no conoce, le puede quitar a un partido su legítimo derecho a elegir a alguien que tiene un buen currículum y una vida partidaria. “Eso es dañino, es contradictoria la propuesta de Martín Tanaka”, sostuvo.

Su colega Miguel Torres (FP) dijo que existe un cuestionamiento sobre la elección de candidatos, en base a una indebida generalización de algunos políticos cuestionados, como sucede en el Congreso. “Y meten a todos en el mismo bolso, sobre los congresistas”, destacó.

Asimismo, señaló que el problema no está solo en los políticos que ganan elecciones o en el Congreso, pues muchas veces son los funcionarios los que ejecutan un plan de gobierno, pero no todos delinquen. “También hay mucha responsabilidad. Y si a eso le sumamos que golpear al Congreso se ha vuelto un deporte nacional (...) el promotor es el presidente de la República (Martín Vizcarra)”, manifestó.

En contraste, el legislador Richard Arce (Nuevo Perú) dijo que la posición de Tanaka es coherente y consideró importante el aporte de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política. “Ahora la tarea está en los congresistas para aportar, mejorar y modificar”, dijo.

Marisol Espinoza (APP) planteó que hay un diagnóstico equivocado, ya que no se va a solucionar los problemas de los partidos políticos obligando a la gente a participar. “La democracia cuesta, el costo de 300 o 350 millones que no están presupuestado, pero también hay otras necesidades”, sostuvo. 

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