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, presidente del  consideró que una posible demanda del  o el , para que sea el organismo autónomo el encargado de determinar qué acciones se pueden tomar según sus competencias ante el proyecto de , sería resuelta en cuatro meses.

"El Parlamento tiene expedito su derecho, al igual que el presidente de la República, de presentarse ante el TC pidiendo que determinen quién es el titular de la competencia que consideran está en cuestión [...] Es una posibilidad prevista en la Constitución", expresó en una entrevista a ATV.

Blume detalló que si se llega a esta medida, se requiere presentar una demanda "con todos los requisitos" para que el TC analice si procede, la admita si es que está bien planteada, notifique a las partes involucradas y lleve a cabo una audiencia.

"Luego hay que citar una audiencia, escuchar a las partes y, posteriormente, emitir una sentencia que es definitiva. Eso, en el mejor de los casos, toma unos cuatro meses", precisó.

Ernesto Blume manifestó, luego de recordar que se pronuncia a título personal y no como presidente del TC, que el presidente Martín Vizcarra tiene iniciativa legislativa y que puede plantear también un proyecto de reforma constitucional, pero que no puede oponerse al contenido y los alcances de lo que apruebe el Congreso.

"Si bien el presidente tiene facultad de presentar proyectos de reforma, es el Congreso el que tiene, en ejercicio del poder constituyente constituido [...] el que aprueba la reforma", señaló.

El magistrado manifestó, en ese sentido, que el TC no se ha pronunciado hasta ahora "expresamente" sobre si es constitucional o no que un presidente de la República haga una cuestión de confianza respecto a un proyecto de reforma constitucional.

"Una cosa es una ley ordinaria que está por debajo de la Constitución y otra cosa es la ley de reforma que es de rango constitucional. El caso que vimos la vez pasada, es cuando se cuestionaba una modificación al reglamento del Congreso y esa modificación tiene rango de ley, no de Constitución", acotó.

Ernesto Blume aseguró que, como parte del TC, es autónomo e independiente, por lo que evitó pronunciarse sobre la constitucionalidad de la posición del Ejecutivo, pero concluyó con un llamado al diálogo con apertura.

"Tenemos que tomarnos una alta dosis de tolerancia y de sentimiento constitucional para apaciguar los ánimos e ir a un diálogo alturado", concluyó.