"Chile se prepara mejor para los escenarios adversos"
"Chile se prepara mejor para los escenarios adversos"

A primera vista, uno diría que Ernesto Yepes del Castillo, investigador e historiador peruano doctorado por la universidad de Manchester, Inglaterra, es un antichileno. Exhorta a las élites intelectuales y políticas peruanas frenar, por ejemplo, lo que él considera una eventual chilenización del Perú en el siglo XXI, como ocurrió por más de 30 años con Tacna y Arica antes del plebiscito de 1925, en el que perdimos la provincia de Arica. Sin embargo, en el fondo, Yepes del Castillo es un admirador no confeso del país sureño. Nunca lo admitiría.

Admira en Chile lo que, a su juicio, nos falta a los peruanos. Reconoce y subraya la inclinación histórica de la clase dirigente chilena por la formación académica y científica, la previsión, el orden, su gran capacidad técnica y astucia para negociar y prever todos los escenarios, favorables y adversos. "Nunca prevemos. Nunca", se queja de sus compatriotas, recordando la experiencia de la Guerra del Pacífico y las negociaciones posteriores. "Y prever es formarse, capacitarse. Chile es un país organizado, que tiene metas, no pierde un minuto. Eso aprende usted en este libro".

Se refiere al libro "El informe secreto Pershing-Lassiter", del que es autor y cuya segunda edición ampliada acaba de ser lanzada en junio último. El subtítulo es elocuente: "La chilenización del siglo XX al desnudo. Evitemos la del siglo XXI".

Yepes pasó diez años en los Archivos Nacionales del Departamento de Estado norteamericano hurgando en los documentos oficiales que elaboraron los generales John Pershing y William Lassiter, representantes del presidente Woodrow Wilson, a la sazón elegido por las autoridades de Perú y Chile como árbitro internacional.

Hacia 1925, ambos países trataban de definir la frontera terrestre.

Hoy, ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en Holanda, se busca zanjar la frontera marítima. En ambos casos fue preciso recurrir, anota el historiador Yepes, "a un tercero, a un árbitro, a fin de poner alto a una ocupación sustentada no en la voluntad de las partes, sino en el uso de la violencia".

En 1925, los territorios peruanos de Tacna y Arica seguían retenidos a la fuerza desde hacía 40 años, prolongándose una situación que debió definirse en solo diez. Esto obligó a apelar al arbitraje de los Estados Unidos. Se llevó a cabo un plebiscito, en el que la población peruana optaría con sus votos por uno u otro país.

El analista internacional y exembajador Hernán Cuturier recuerda que, entonces, Chile ya había logrado arrebatar a Bolivia la Provincia Litoral y al Perú, la provincia de Tarapacá. Ahora deseaba anexarse también Arica y Tacna.

Ese es el contexto sobre el cual profundiza el profesor universitario Ernesto Yepes. Como remarca Cuturier, el historiador reconstruye minuciosamente esos episodios heroicos, que les tocó protagonizar a los sacrificados peruanos bajo el yugo chileno.

Destaca Cuturier la descripción de los hechos por Yepes, y el seguimiento de las tratativas diplomáticas con los representantes chilenos; las conversaciones con las autoridades del gobierno de los Estados Unidos; las vicisitudes en el lado peruano ante un laudo favorable a la realización del plebiscito, y contrario al interés del Perú; la indiferencia de Washington "ante la barbarie desatada por Chile en Tacna y Arica".

El historiador ensalza en su libro la figura, entereza y sentido de justicia del general estadounidense John Pershing, presidente de la Comisión Arbitral, a la que finalmente renuncia molesto por la falta de condiciones de libertad para los ciudadanos peruanos, sujetos a una campaña de intimidación, maltratos físicos y coerción sistemática oficial o subterránea. Fue reemplazado por el general William Lassiter, quien finalmente ejecutó el plebiscito.

EL PASADO Y LA HAYA. Desde el punto de vista del embajador Hernán Cuturier, el comportamiento digno, apegado estrictamente al derecho y la justicia de los generales Pershing y Lassiter, nos deja un ejemplo de suma utilidad.

"A los chilenos -reflexiona-, había y hay que hablarles de igual a igual, con la verdad y las pruebas en la mano, sin amilanarse y permitiendo que haya absoluta transparencia y una buena difusión de lo tratado".

La construcción de una relación equilibrada, estable y confiable con Chile, a juicio de Cuturier, demanda el respeto mutuo y la convicción de que "es mucho más importante desarrollar lo que nos pueda unir", sobre los cimientos de una complementación e integración simétrica, sin veladas amenazas bélicas. "Es el único camino hacia un nuevo relacionamiento cualitativamente superior".

CORREO: De la actuación chilena en Tacna y Arica, en el siglo pasado, usted concluye que Chile, tradicionalmente, suele negociar en varios frentes. En 1925, negociaba con los árbitros norteamericanos y también en Washington.

ERNESTO YEPES: Chile mostró una gran habilidad negociadora en el tema Tacna-Arica. Introdujeron una cláusula muy astuta que los negociadores peruanos aceptaron, no se dieron cuenta. Chile puso que en el caso eventual que no se llevara a cabo el plebiscito (como en efecto ocurrió), ellos continuarían en posesión de Tacna y Arica. Ellos tenían la sartén por el mango y si no había plebiscito, seguirían manteniendo el control. Son muy previsores. Eso mismo debe estar ocurriendo ahora.

C: A su juicio, ¿cuál es la diferencia esencial entre Perú y Chile en cuanto a los límites marítimos?

EY: La pregunta es una: ¿Se firmó o no se firmó un tratado de límites con Chile? Es la pregunta.

C: Y la respuesta es... en su opinión...

EY: Por supuesto que no. Pero para Chile, sí.

C: Según la experiencia histórica, ¿cuál sería la reacción chilena si el fallo de La Haya no lo favoreciera?

EY: Chile se prepara para ganar o para perder. Aún cuando La Haya le diera la razón a Perú, ellos harán todo lo posible para no perder y más bien sacar provecho de la adversidad. Es lo que siempre han hecho a lo largo de su historia. En este momento estoy seguro de que, no en La Haya, sino fuera de La Haya, ya deben estar moviendo sus fichas para no perder, incluso si la Corte Internacional fallara a favor del Perú.

C: ¿A qué se refiere, puntualmente?

EY: Lo que le interesa a Chile en este momento es la pesca. El Gobierno tiene que estar negociando eso con los empresarios de la industria pesquera en Arica. El mar, en ese codo del litoral sudamericano, es un emporio de anchovetas. Los intereses de Chile en Arica son inmensos. La industria pesquera chilena que se sustenta en Arica es sofisticada y de nivel mundial, tanto extractiva como en la producción para el consumo humano. Esa riqueza es la que está en juego.

C: En el siglo XIX, el interés de Chile era el salitre.

EY: Esta vez no es el salitre sino la pesca. Yo, por lo que conozco bien cómo negocia Chile siempre, sé que nunca juega en un solo tablero, juega en varios. No esperan para nada que los acontecimientos ganen. Se anticipan. En el Perú no sabemos si nuestra Cancillería está estudiando y discutiendo cuáles son los escenarios adversos.

C: Desde su óptica, ¿considera que nuestra Cancillería no está estudiando un escenario adverso?

EY: No sabemos. Sí sabemos que lo está haciendo Chile. Aquí no sabemos. Debe estar haciéndolo , no sabemos. Lo pongo en futuro. Lo que sí con seguridad sabemos, conociendo a Chile, lo está haciendo y debe estar haciéndolo 24 horas al día. Ellos trabajan sin descanso en todos los escenarios. Yo espero que aquí estén haciendo igual.

C: ¿La chilenización del Perú en el siglo XXI, que menciona en su libro, existe?, ¿es una posibilidad? ¿A qué se refiere?

EY: La presencia de los capitales chilenos en el Perú es muy fuerte y la del Perú es mucho menor. La inversión peruana es pequeña y extractiva. La de Chile es de productos manufacturados. Tenemos que aspirar a una relación simétrica con Chile. Nosotros vendemos materia y ellos nos venden productos manufacturados. ¿Eso es simétrico?

C: ¿Pero de allí a afirmar que hay una chilenización no es exagerado?

EY: No he afirmado que hay una chilenización, mi advertencia va en el sentido de evitar lo que ocurrió en el siglo XX. Aprendamos a negociar con Chile.

C: ¿En qué reflexiona a pocas semanas del pronunciamiento de la Corte de La Haya?

EY: Hay una cosa en toda disputa. El que gana siempre es el que está mejor preparado. En el conocimiento e incluso en el aspecto militar. Chile ha podido imponerse 60 años en nuestro mar, porque está mejor preparado. Nosotros sabíamos que ese mar que está frente a Tacna es peruano. ¿Por qué lo hemos permitido? Porque no teníamos la capacidad militar para hacerlo. Lo hemos tenido que soportar. Nosotros no estuvimos preparados para negociar con Chile en el pasado. No estábamos preparados, éramos empíricos en todo.

C: El equipo jurídico peruano en La Haya ha sido muy bien reconocido no solo por los peruanos, sino en el exterior.

EY: Sí, es verdad, pero todos los errores que cometimos en el siglo pasado no serán borrados por un buen equipo de una plumada.

DEUDA CON PERSHING. Pershing no era un oficial norteamericano común. Fue nada menos que el comandante en jefe del ejército norteamericano en la Primera Guerra Mundial. Era un héroe viviente y triunfal. Había conducido a la victoria a su país.

Yepes propone a los peruanos un reconocimiento pendiente para con los generales Pershing y Lassiter, en particular con el primero. De no ser por Pershing hoy Tacna sería chilena, afirma.

A su juicio, es asombroso entonces que no haya en la ciudad de Tacna una sola calle, plaza o por lo menos una placa que lleve el nombre de Pershing o Lassiter. En Lima, solo una modesta avenida lleva el nombre del presidente de la Comisión de Arbitraje de 1925.

El Informe Pershing-Lassiter contiene, anota el historiador, una serie de episodios de represión, abuso y coerción de los que Chile sin duda no siente orgullo, sino vergüenza. Y se mantuvo en total secreto mucho tiempo.

"Son más de mil páginas que Chile, a brazo partido, impidió que se difundieran. Y vaya si lo logró. Hasta el día de hoy, no obstante todas las puertas tocadas, su publicación completa sigue una deuda no honrada con los adultos, jóvenes y niños que nos legaron el más prolongado y noble ejemplo de la fe colectiva llamada Perú".