La crisis política llegó a su punto más álgido luego de los sucesos de ayer. El presidente de la República, Martín Vizcarra, procedió a cerrar el Poder Legislativo tras interpretar una negación a su pedido de cuestión de confianza por parte del Congreso, institución que tomó rumbos diferentes, pues desde allí se suspendió al mandatario por un año y se nombró, en su reemplazo, a la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz, quien pasó a ser presidenta de la República según lo determinado por el Congreso.
Finalmente, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional respaldaron al presidente Vizcarra y desde horas de la mañana están tomando acciones para hacer efectivo el cierre del Congreso. Sin embargo, la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), organización altamente importante en el país que agrupa al empresariado peruano, se ha manifestado en contra de la medida tomada por el Gobierno.