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Luego de un tenso debate que se prolongó por 14 horas, el sétimo presidente del Consejo de Ministros, , obtuvo el voto de confianza por parte del pleno del Congreso gracias al respaldo de 73 legisladores. Solo 10 votaron en contra y 39 se abstuvieron de apoyarlo o no.

IMPASSE. El debate llegó a su punto más álgido cuando el oficialismo pretendió “amarrar” el voto de confianza al gabinete al pedido de facultades extraordinarias solicitado por el Ejecutivo a través del premier Pedro Cateriano.

La expremier  pidió el uso de la palabra, y durante la presentación de sus argumentos refirió que el Congreso debía otorgar las facilidades que requiere el Ejecutivo en materia de legislación.

Su compañero de bancada Santiago Gastañadui dio a entender que tanto las facultades como la confianza debían votarse en bloque.

Las bancadas de oposición no vieron con buenos ojos la pretensión oficialista. Es así que el vocero del APRA,  puso el grito en el cielo e incluso afirmó que su partido -que había anunciado previamente que respaldarían a Cateriano- no lo iba a apoyar.

Aseguró que la propuesta era un “disparate”, además de ser “inconstitucional e incoherente”.

Explicó que dicha solicitud no es siquiera pasible de evaluación, debido a que Pedro Cateriano “se ha presentado para pedir nuestra confianza. Nada más. ¡Aprobar eso (facultades) está descartado de plano”, enfatizó Mulder.

Dijo además que “no se puede vincular la concesión de confianza a la aprobación de un proyecto de ley que ni siquiera existe”.

Recordó que se requiere de una ley que autorice el otorgamiento de facultades extraordinarias para legislar, de acuerdo con el artículo 104 de la Constitución.

“El Congreso no puede votar por un proyecto que no conoce”, agregó por su parte el aprista Javier Velásquez Quesquén.

El fujimorismo tampoco se contuvo y expresó junto al aprismo su enérgica protesta ante la negativa del vocero nacionalista de desautorizar a su colega de bancada Gastañadui.

Ante lo inmanejable de la situación, la presidenta del Congreso, , suspendió la sesión de investidura por un lapso de 15 minutos y convocó a la Junta de Portavoces para superar el impasse.

Reanudado el debate, Pedro Cateriano explicó que “el pedido de facultades era completamente constitucional”.

“Hemos presentado las políticas generales del Gobierno, siempre a consideración del Congreso. No es un atentado, es un pedido para agilizar proyectos”, argumentó. Sin embargo, luego dejó en claro que el tema de las facultades será un asunto que se verá más adelante.

Más tarde, el fujimorista  comentaría: “Los torpísimos y dóciles voceros de Palacio quedaron descolocados ante intervención de premier Cateriano. Qué pena”.

FACULTADES. Por la mañana, Pedro Cateriano inició su exposición solicitando en nombre del Ejecutivo facultades para legislar en materia económica, social, de seguridad ciudadana y de lucha contra la corrupción.

Y es que ante los casos emblemáticos de corrupción que han estallado en las regiones durante los últimos años, Pedro Cateriano pidió facultades al Congreso para intervenir administrativamente en los gobiernos regionales y locales.

“Propondremos un proyecto de ley que faculte al Gobierno, con la opinión previa favorable de la Contraloría y con cargo a dar cuenta al Congreso, a intervenir en la administración de dichos niveles de gobierno y evitar la paralización de proyectos relevantes y, con ello, la afectación de la comunidad”, manifestó.

FINAL. Con respecto a los reglajes y rastreos a políticos y empresarios por parte de la , Cateriano ratificó por la noche el “compromiso político” del Gobierno de colaborar en todas las investigaciones sobre estos hechos.

En ese sentido, teniendo en cuenta la gravedad del caso, dijo, el Gobierno propondrá “que se eleven las penas relacionadas al espionaje telefónico”. También informó que se ha dispuesto que aquellos convenios vigentes entre la DINI y los Registros Públicos no sean renovados.

“Tengo una postura personal respecto a la labor que debe cumplir la DINI. En ese sentido, considero que debería cumplir solo una labor de inteligencia estratégica, y la operativa debería estar en manos de la Policía para combatir el terrorismo y el narcotráfico”, precisó.