La difusión de un audio donde se escucha que no se permitió al avión que trasladaba al expresidente boliviano Evo Morales recargar combustible en Lima, así como la denuncia del secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, sobre el hecho, generaron rechazo ante la aparente respuesta dada por la Cancillería peruana.
Ebrard aseguró que "por valoraciones políticas se suspendía ese permiso para bajar a Lima a recargar combustible y retornar a México", lo cual generó un clima "muy difícil, muy tenso" y obligó a tomar un plan B para garantizar que Morales llegue a suelo mexicano.
Al respecto, el presidente Martín Vizcarra aseguró que el Perú brindó "las facilidades" para el traslado de Evo Morales a México.
A su vez, el canciller Gustavo Meza Cuadra afirmó que el país respetó sus obligaciones y compromisos internacionales ante la situación. Detalló que se concedieron los permisos de aterrizaje y sobrevuelo solicitados, y que se les indicó que la aeronave retornaría directamente a México desde Bolivia. Sin embargo, más tarde le informaron la intención de hacer una escala técnica en Perú, para luego comunicarles que realizarían una escala en Paraguay.