El fantasma de la censura se cierne sobre el titular de Justicia, Daniel Figallo, luego de que salieran a la luz la reunión que sostuvo con la procuradora del caso “La Centralita”, Yeni Vilcatoma, y el asesor presidencial Eduardo Roy Gates.
En la reunión, el nombre del prófugo Martín Belaunde Lossio (amigo de la pareja presidencial) se mencionó en más de una oportunidad. Había interés en conocer cuál era su situación.
Luego de que este diario revelara el encuentro, admitido por el propio Figallo, los bloques de oposición alentaron la posibilidad de interpelarlo e incluso sacarlo del gabinete de ministros.
Así, los previos de la sesión plenaria de ayer se calentaron con la coordinación de la mayoría de portavoces ante la postura silente del oficialismo.
Los voceros del Gobierno Josué Gutiérrez, Teófilo Gamarra y Rubén Coa brillaron por su ausencia en el Congreso de la República.
POR MAYORÍA. Por la mañana, la bancada fujimorista, a través de su vocero Héctor Becerril, fue la primera en pronunciarse.
Becerril anunció que se encontraban reuniendo las firmas necesarias para presentar una moción de interpelación en contra de Figallo, al entender “que está tratando de dirigir el trabajo de la procuradora en base a crear un blindaje a la Primera Dama”.
“No están tratando de blindar a Belaunde Lossio o a (Juan Carlos) Rivera Ydrogo, sino que la preocupación es por Nadine Heredia, ya que todos los caminos nos llevan a ella en este caso de corrupción”, sentenció.
Becerril señaló que su bancada no permitirá que este tema termine en impunidad. “Figallo no está actuando diligentemente como ministro, está actuando como abogado defensor de la Primera Dama y el presidente Ollanta Humala”, puntualizó.
La iniciativa impulsada por Fuerza Popular encontró eco entre sus pares del Legislativo. Virgilio Acuña, portavoz de Solidaridad Nacional, fue el primero en sumarse.
Acuña sostuvo que el titular del Minjus debía ser citado de inmediato al hemiciclo. “Citemos hoy (ayer) al ministro para que explique este posible conflicto de intereses. Lo que más se debe respetar es la independencia de los poderes del Estado”, apuntó.
En esa misma línea, desde las filas del APRA, el congresista Javier Velásquez Quesquén explicó que Figallo, como miembro del gabinete de ministros, tiene el deber de responder lo que ya se hizo de conocimiento público de manera voluntaria, de lo contrario se procedería a la interpelación.
“Si el ministro no lo explica voluntariamente o en las próximas horas, evidentemente nosotros, la bancada, vamos a evaluar este tema y como siempre lo hacemos en una línea coherente, no podemos tampoco desairar que se plantee una interpelación para que se pueda dar estas explicaciones”, comentó.
AFUERA. Sin embargo, una postura más firme se maneja en la bancada del PPC-APP, la que considera que la reunión en la que participó el asesor de Humala debe costarle el cargo a Figallo.
Luis Galarreta indicó que su célula parlamentaria está de acuerdo en convertir a Figallo en el primer ministro censurado del gobierno humalista.
“El ministro Figallo en cualquier país democrático debería ser censurado por abocarse a un caso individual y llevar al asesor presidencial a la procuradora que está viendo el caso y decir que solamente ha sido para recordarle sus derechos. Eso no lo acepta nadie. Espero que la bancada rápido evalúe la decisión de presentar la censura”, señaló el pepecista.
Además, refirió que Figallo no tenía por qué recordarle cuáles son las funciones de la procuradora. “¿Acaso fue para decirle a la procuradora usted es independiente, haga su trabajo, no se preocupe? Me parece que es una burla al país y que ahí el ministro Figallo tiene que dar un paso al costado”, criticó Galarreta.
Entretelones. La reunión entre Figallo, Roy Gates y la procuradora Vilcatoma en la sede del Ministerio de Justicia tuvo más entretelones.
Y es que según fuentes de Correo, era el mismo asesor del presidente Ollanta Humala quien formulaba preguntas con anuencia del propio ministro.
Por ejemplo, mientras Vilcatoma detallaba extractos del testimonio que Belaunde Lossio había rendido ante el fiscal Laureano Añanca, Gates exclamó con perplejidad: “¿Qué, eso ha dicho?”.
Más adelante, Vilcatoma, cuando hizo notorio su interés de conocer quién era el acompañante del ministro Figallo, fue el propio Gates quien le comunicó ser el asesor de Palacio de Gobierno.
Y sobre la marcha agregó: “Yo intervine en tu nombramiento”, dirigiéndose a Vilcatoma. Fue entonces que la procuradora, algo incómoda, replicó: “Entonces estará contento con nuestro trabajo porque estamos luchando contra la mafia”. Roy Gates se limitó a sonreír con algo de ironía y respondió: “Sí, la felicito”.