Ante la presentación de una moción de censura contra la ministra de Educación, Marilú Martens, el premier Fernando Zavala respondió con un pedido de cuestión de confianza a su gabinete por parte del Congreso de la República, lo que podría desencadenar una crisis política, debido a que el Parlamento estaría sujeto a su disolución tal como lo indica nuestra Constitución.
La Carta Magna, en el capítulo VI que refiere “De las relaciones con el Poder Legislativo”, señala en el Artículo 134º, que “El Presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros”.
Esto quiere decir que si los actuales legisladores no le otorgan la confianza a Fernando Zavala y a sus ministros, el gabinete deberá renunciar y ser renovado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski. Si este nuevo gabinete ministerial tampoco recibe la cuestión de confianza, el Congreso será disuelto.
Ese mismo artículo agrega que “el decreto de disolución contiene la convocatoria a elecciones para un nuevo Congreso. Dichas elecciones se realizan dentro de los cuatro meses de la fecha de disolución, sin que pueda alterarse el sistema electoral preexistente”.
Asimismo, advierte que “no puede disolverse el Congreso en el último año de su mandato. Disuelto el Congreso, se mantiene en funciones la Comisión Permanente, la cual no puede ser disuelta. No hay otras formas de revocatoria del mandato parlamentario. Bajo estado de sitio, el Congreso no puede ser disuelto”.