Daniel Mora (Foto: Correo)
Daniel Mora (Foto: Correo)

se pronunció una vez más, luego de renunciar a su candidatura al Congreso y al tras conocerse una denuncia por violencia familiar en su contra, y dijo lamentar el comportamiento de quienes llamaba sus “amigos”.

A través de su cuenta oficial en Twitter, el ahora expostulante al Parlamento lamentó "que se condene sin entender y saber la verdad", y afirmó que dirá su verdad y será la última vez que lo haga.

“Leo con atención cada comentario de la población y de enemigos políticos, entiendo el contexto y lamento que se condene sin entender y saber la verdad, lamento el comportamiento de los que hasta este incidente llamaba ‘amigos’. Diré mi verdad y será la última vez que lo haga”, señaló en la red social.

Como se recuerda, el 20 de marzo del 2019, Lilia Jaureguy denunció a Daniel Mora por violencia familiar. El examen médico practicado a la esposa del excongresista reveló huellas de lesiones traumáticas recientes en el rostro, antebrazo izquierdo y la rodilla izquierda.

En el parte policial, la esposa del ahora excandidato al Parlamento detalló que el general EP en retiro le propinó golpes en el rostro y patadas en las piernas, luego de que se pinchara una llanta del auto en el que recogió a las nietas del colegio.

“Llegué a mi casa y lo guardé así en el estacionamiento. Al día siguiente, mi esposo se percató del hecho y empezó a reclamarme, diciéndome que no toque sus cosas, inútil, irresponsable”, detalla el testimonio.

“Le dije que no es nadie para prohibirme que yo maneje los carros, Me dio una cachetada, rompiéndome la nariz, a lo que me defendí con mis manos. Ante eso empezó a abofetearme que me caí al piso. Estando ahí indefensa comenzó a patearme varias veces en la pierna, para luego salir de la casa”, agregó Jaureguy.

Tras la denuncia, el Octavo Juzgado de Familia ordenó a Daniel Mora el cese del maltrato “físico y psicológico”, y dispuso que “se someta a una terapia psicológica por el periodo de tres meses [...], a efectos de lograr el control de sus emociones e impulsos”. El juzgado también derivó el caso a la fiscalía penal.