David Paredes, hermano de la primera dama, Lilia Paredes, aseveró que el único delito que ha cometido él y su familia fue el de haber confiado en el empresario Hugo Espino, representante de la empresa JJM Espino Ingeniería y Construcción S.A.C, a quien dijo que prestó 90 mil soles en efectivo.
En declaraciones al medio virtual “Inty Noticias”, Paredes Navarro explicó el monto que le prestó a Espino eran sus ahorros.
“El único delito que hayamos cometido yo o mi familia es haber confiado en alguien, considerarlo un conocido y haberle hecho un préstamo personal a su cuenta personal, yo no lo hice a su empresa, yo hablé con él y me dijo que hacia consultorías y me dijo que no tenía dinero y le hago el favor de prestarle, eso fue”, aseveró.
“Yo cometo el erro y reconozco, yo estoy en Tacabamba y estoy a una hora y media de Chota, mi dinero lo tenía en efectivo entonces le he prestado el dinero de 90 mil soles. Yo le presté dinero de mis ahorros. Es falso que mi hermana me haya dado ese dinero. Yo cometí un error en confiar en Hugo Espino y lo reconozco”, añadió.
La investigación
Según un reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el 26 de octubre del 2021, David Paredes depositó 70 mil soles a Hugo Espino.
El 6 de ese mismo mes, Walther Paredes hizo lo mismo con un monto de S/20 mil. Los depósitos se hicieron con dinero en efectivo.
La tesis del Ministerio Público es que tanto David Paredes como sus hermanos Walter y Yenifer, así como Hugo y Estefani Espino Lucana, cumplirían el rol de “testaferros” de la supuesta organización criminal que encabezaría el presidente Pedro Castillo.
En ese esquema, los lugartenientes de esta red serían Medina Guerrero y el actual ministro de Transportes Geiner Alvarado (antes en el ministerio de Vivienda y Construcción).
De esta manera, la supuesta organización criminal “buscó copar importantes entidades del Estado con personas de estrecha confianza como es el caso del ministro Geiner Alvarado López” y una de las principales fuentes de ingreso que tenían eran las licitaciones públicas fraudulentas por intermedio de empresas que no cumplían con los requisitos para ganar la buena pro pero aún así los conseguían.
Según la fiscalía, el presidente Castillo tenía conocimiento de ello junto con su esposa, Lilia Paredes Navarro.