Al ex Defensor del Pueblo, Eduardo Vega, lo encontramos en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, donde se desempeña como Director de Ética. Sin embargo, no está muy tranquilo con lo que viene ocurriendo en nuestro país y el descrédito de nuestra clase política a raíz de salir a la luz los últimos acontecimientos sobre el caso Odebrecht. El camino es incierto. Vega nos aceptó una larga charla.
Marcelo Odebrecht confirmó que entregó $ 3 millones al ex presidente Humala ¿Qué opina de esto?
Primero la reflexión general. Este caso de Odebrecht en el Perú y en toda América Latina está teniendo unas consecuencias realmente graves para todo nuestro sistema político y nuestra democracia. La profundidad, la magnitud de la corrupción a la que nos llevó Odebrecht se está mostrando en cómo financiaban campañas políticas. A la luz de las declaraciones de hoy y lo que se ha visto en los últimos años, queda claro que Odebrecht financiaba campañas políticas en muchos partidos en toda América Latina y en el caso peruano está demostrado que también lo hacía. Sin duda hay una responsabilidad política muy grande, que tendrá que ser esclarecida también si es que alcanza a otro tipo de responsabilidades penales, por ejemplo. Pero creo que, en el aspecto moral y político, las consecuencias de las declaraciones que se están dando en el marco del caso Odebrecht, son realmente tremendas para toda la clase política en el Perú.
¿Ahora poner y quitar presidentes era una estrategia empresarial?
De hecho, hay un modus operandi de estas grandes empresas, que se inicia desde los procesos electorales y de la poca capacidad que hemos tenido para reforzar nuestro sistema electoral y para protegerlo de este tipo de prácticas. A la luz de lo que vemos, efectivamente, había ya un compromiso de los grupos políticos frente a estas empresas que eran prácticamente una organización criminal.
¿cómo evitarlo?
Es necesario alertar al Congreso de la República de la gran responsabilidad que tiene para impedir que dineros ilícitos ingresen en las próximas campañas electorales de candidatos a gobiernos regionales y locales. Creo que esta reforma es prioritaria en este momento. Quiero hacer una exhortación al Congreso a darle máxima prioridad al debate sobre el financiamiento ilícito, impedirlo en las campañas electorales, lograr que toda donación o entrega económica sea pública, que no haya entregas anónimas de dinero, que haya bancarización cuando sea mayor a 1 UIT y que se pongan límites a lo que se recauda por actividad proselitista.
Los actos de corrupción se están dando a todo nivel, la situación parece desbordada ¿cómo cortar con esto?
Todo acto de corrupción provoca un nivel de desconfianza en toda la clase política. Hay esta sensación de que todos son corruptos y sin duda eso debilita la democracia en nuestro país. Hay que hacer un esfuerzo muy grande para devolver la confianza a la ciudadanía. Ese esfuerzo pasa por que la justicia actúe bien y con prontitud. Segundo, que podamos realizar los cambios institucionales que se requiere para que no vuelva a ocurrir lo que nos ha ocurrido con Odebrecht. En tercer lugar, necesitamos instalar una cultura de integridad que pasa primero por el reconocimiento de nuestra clase política de que efectivamente el grave daño que nos ha hecho Odebrecht.
¿La clase política tendría que hacer una autocrítica?
Las investigaciones penales darán sus resultados, pero en el plano político se requiere que la clase política haga un mea culpa, un reconocimiento de lo que ha ocurrido en el país y podamos devolver la confianza, recuperarla y seguir reconstruyendo el país en ese terreno.
Usted presidió la comisión presidencial y entregaron una serie de recomendaciones en temas de corrupción ¿algo de eso se ha concretado?
Hicimos un balance preliminar del avance de las recomendaciones que hicimos. Yo diría que en el plano normativo hay algunas cosas que se han ido produciendo. La imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, por ejemplo, el congreso la aprobó y falta una segunda legislatura. Está la muerte civil para los corruptos, que es una norma aprobada en el paquete de decretos legislativos. También la responsabilidad penal de las personas jurídicas, de las empresas. Del mismo modo una ley de protección a los denunciantes y por último la configuración de un sistema penal especializado en materia de corrupción. Creo que hay algunos avances y también algunos pendientes.
¿Cuáles son?
En materia de transparencia hemos hablado de la necesidad que haya una autoridad autónoma con el nivel y la fuerza suficiente para poder dar mayor transparencia a todas las autoridades de gobierno. Se requiere potenciar el sistema especializado de justicia otorgándole los recursos adecuados para que puedan contratar peritos, que son piezas fundamentales en los delitos de corrupción. Otro aspecto que hemos puntualizado es reformar el sistema electoral para evitar que dineros ilícitos sigan financiando la política.
La población se impacienta con las investigaciones
Hay casos donde las investigaciones están demorando mucho, Álvarez fue detenido el 17 de marzo del 2014, ese mismo día fue detenido en Brasil Alberto Yussef, quien dio origen a este caso Odebrecht y Lava Jato. Tres años después en Brasil están condenados o acogidos a la delación premiada los principales involucrados en estos casos. Es necesario pedirle a la justicia una mayor celeridad, creo que se está haciendo un esfuerzo importante a partir de esta información que llegó de los EEUU. y su acuerdo con la empresa Odebrecht y donde se reconoció que había estos $29 millones que pagaron en coimas en nuestro país. Hamilton Castro está dando pasos seguros, pero necesitamos que eso se fortalezca y pueda acelerarse y la justicia pueda devolver la confianza a la ciudadanía.
¿Hay elementos suficientes para que la población confíe en esta justicia?
En estos momentos creo que sí. Quienes conocen la trayectoria del doctor Pablo Sánchez, y si hacemos seguimiento a los casos que se están investigando, vemos que hay una rigurosidad, objetividad y un trabajo que está dando sus frutos. Efectivamente, la justicia tiene sus tiempos, sus etapas procesales, y eso va a tomar un tiempo mayor para que podamos ver sus resultados. Pero la garantía en este momento pasa por la presencia de estas personas, sin duda hay que exigir que esto pueda mantenerse y fortalecerse la investigación fiscal, que la justicia en general pueda hacer su labor.
¿Cómo podría salir el Perú del abismo en el que se encuentra en materia de corrupción?
Con un reconocimiento claro, porque esto ha afectado a todo el país y a toda la clase política. Creo que hasta el momento la reacción ha sido “cómo me salvo yo o cómo te salvas tú, o cómo me afecta a mí el caso Odebrecht”. Hago un llamado a la clase política de asumir un rol y decir bueno, aquí ha habido un problema serio, hay que asumir las responsabilidades y a partir de ahí establecer una agenda de trabajo que, efectivamente, muestre cambios sustantivos en el modo como se conduce la política, las obras públicas que están mal hechas, y a partir de eso no cometer los mismos errores.