Una serie de documentos oficiales dejan muy mal parado al comandante general del Ejército, general de División Luis Ramos Hume, designado en el cargo por el gobierno de Ollanta Humala.
Y es que el general Ramos Hume dio luz verde a la adquisición de equipos destinados a la lucha contra el narcoterrorismo en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) que resultan “desfasados”, según documentación oficial a la que tuvo acceso Correo.
El jefe del Departamento de Apoyo Técnico de Comunicaciones del Ejército, Carlos Arroyo Celis, remitió el Informe N°001/SCOME/DAT al Servicio de Comunicaciones de dicha institución castrense el 16 de febrero del año pasado.
Dicha documentación, que tiene el carácter de reservado, revela una serie de problemas detectados durante el proceso de compra de 2 mil radios modelo R-312ATs -proporcionadas por la empresa rusa Rosoboronexport S.A.-, complementaria al pago de los 24 helicópteros Mi171-Sh-P que fueron gestionados durante el régimen de Humala.
Todo esto en el marco de un convenio suscrito por el Ministerio de Defensa y la empresa rusa en diciembre de 2013, cuando Pedro Cateriano estaba al frente de esta cartera. El valor de los equipos de comunicación es de 12 millones de dólares.
Al igual que los helicópteros, dichas radios serían destinadas a la ejecución de operativos antidrogas en el Vraem, cuya finalidad es la desarticulación de Sendero Luminoso, grupo encabezado por los hermanos Quispe Palomino.
Sin embargo, el Informe N°001/SCOME/DAT, del Área de Comunicaciones del Ejército, revela que las radios de fabricación rusa “no cumplen” con los requerimientos esenciales solicitados por el Ministerio de Defensa, debido a que se trata de equipos “desfasados”. Es decir, su tecnología de “más de veinte años de antigüedad” resulta inservible en el accidentado escenario que representa la espesura de la selva peruana.
El objetivo de la compra era mantener la comunicación constante entre los operadores de las patrullas en tierra y las aeronaves con el fin de contrarrestar las múltiples emboscadas que desde 2008 han cobrado la vida de más de 200 militares.
Pero lo que más ha causado preocupación al interior de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), según fuentes castrenses, es que el propio comandante general del Ejército -pese a las reiteradas advertencias del Área de Comunicaciones- insista en avalar la citada adquisición
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ANÁLISIS. Según la Ficha Técnica N°100002-09-6D/DCOM/
CFA, que lleva la rúbrica de Arroyo Celis y el ingeniero especialista en comunicaciones Carlos Sánchez Tamariz, el equipo R-312ATs incumple con el rango de frecuencias requerido, lo que impide la comunicación fluida entre los comandos, las aeronaves y la estación de control aéreo de Pichari (Cusco), centro logístico antisubversivo de las FF.AA. en el Vraem.
Se resalta también que el modelo de fabricación rusa carece del número necesario de canales de comunicación y no resiste las cambiantes temperaturas de operación en la zona del Vraem. Tampoco es compatible con los equipos con los que cuenta actualmente el Ejército.
Por si fuera poco, este radiotransmisor no cuenta con un receptor interno GPS propio, fundamental para el conocimiento situacional de las patrullas. Por último, el convenio no incluye la “implementación de la red de voz criptográfica en el modo salto de frecuencias, entre las aeronaves y las patrullas de fuerzas especiales”.
La compra debía incluir, según el informe de Arroyo Celis, el mantenimiento de los equipos a largo plazo (hasta 15 años) y el tiempo de abastecimiento y reparación en el que estará comprometida la empresa para el suministro de repuestos destinados al radiotransmisor: baterías, antenas, arnés de transporte, bolsa de accesorios, combinado microtelefónico o headset. Por ello, se advierte que “existirá dependencia tecnológica al adquirir los accesorios del equipo, que no están contemplados en la producción de ensamblaje”.
El Área de Comunicaciones concluyó su informe recomendando que la empresa rusa reemplace el cargamento por equipos de generación actual y que cumplan con la ficha técnica aprobada por el Ministerio de Defensa, “más aún cuando el abastecimiento de componentes electrónicos que forman parte de las tarjetas electrónicas se encuentra en peligro de extinción por obsolescencia técnica”.
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SEGUNDO INFORME. El 24 de febrero de 2015, el Ejército conformó el Comité de Evaluación Técnico Operativo de las Compensaciones Industriales y Sociales OFFSet para comprobar si las falencias encontradas en los equipos eran fundadas.
El resultado fue el mismo: la Comisión recomendó al Ejército considerar “inviable” la propuesta de la empresa rusa debido a la antigüedad de su tecnología.
“El equipo de radio que se aplica actualmente en el Ejército no puede ser utilizado para la comunicación entre las unidades tácticas y tripulación de los helicópteros de fabricación de Rusia en modo criptográficamente protegido porque los helicópteros son dotados de medios de comunicación de fabricación rusa”, se lee en el Informe N°009 OFFSET/COLOGE, firmado por el director OFFset del Comando Logístico del Ejército, coronel EP Augusto Ruiz Carreño, que fue secundado por Arroyo Celis y Sánchez Tamariz.
“La propuesta de la empresa es de formar redes de comunicación aisladas del resto de las Fuerzas Armadas, lo que resultaría muy peligroso, por la falta de coordinaciones que no podrán establecerse entre ellas, no permitiéndose el comando y control de las comunicaciones, poniendo en riesgo las operaciones estratégicas y tácticas de las Fuerzas Especiales”, se advierte líneas abajo.
El informe concluye señalando lo siguiente: “... no es aceptable la propuesta de la empresa por no haber realizado ningún estudio técnico al respecto, la solución es inviable”.
Asimismo, se especifica además que para la adquisición de los accesorios necesarios para el funcionamiento del equipo ruso sería necesario un desembolso de otros 8 mil dólares por unidad, es decir, otros 16 millones de dólares.
NUEVO DESTINO. A esto se suma que el trámite se encuentre trabado hasta la fecha, debido a que desde la Comandancia General del Ejército se ha diseñado una nueva ficha técnica del equipo ruso para conseguir la aprobación de esta transacción.
Y es que Ramos Hume, luego de las conclusiones del Área de Comunicaciones del Ejército, ahora busca redireccionar el destino de las 2 mil radios para que sean usadas en una tarea que no fue la dispuesta en principio por el gobierno anterior.
El pasado 30 de mayo, el general de División Víctor Nájar, jefe de Estado Mayor del Ejército, remitió un oficio al jefe del Estado Mayor del Comando Conjunto, Jesús Reto Otero, en el que, “por especial encargo del señor general del Ejército Comandante General del Ejército, Luis Ramos Hume”, solicita la aprobación de las especificaciones técnicas del R-312ATs para su adquisición y empleo por el Batallón de Operaciones de Paz (Minustah).
Si bien admite que los equipos no pueden ser usados durante operaciones militares, desliza la posibilidad de destinarlos a operaciones “complementarias”. Además, realiza la consulta para conocer “los lineamientos técnicos emanados por dicho organismo internacional, con la finalidad de validar las especificaciones técnicas para la adquisición de dicho equipamiento”.
El Comando Conjunto de las FF.AA., en una reciente comunicación, le responde diciendo que el CC.FF.AA. “no cuenta con ninguna normatividad de las Naciones Unidas sobre lineamientos específicos (técnicos) para la adquisición de equipos de comunicaciones de uso civil para Fuerzas Militares que cumplan una misión de paz”.
¿Por qué Ramos Hume apoyaría una compra que no cumple con lo solicitado desde un inicio por el Ministerio de Defensa? Correo intentó comunicarse con el comandante general del Ejército, pero no atendió a nuestras llamadas. El director de Informaciones del Ejército, Orlando Herrera, indicó a este diario que se encontraban recabando la información necesaria para ofrecer una explicación.
EXMINISTRO SUGIERE QUE CONTRALORÍA VEA EL CASO. A partir del informe presentado en estas páginas, el exministro de Defensa Roberto Chiabra refirió que el proceso de compra de las radios rusas debe ser revisado por la Contraloría. Chiabra enfatizó que se debe poner un especial interés en el dinero destinado para la lucha contra el narcotráfico en el Vraem “que no tiene cuándo acabar”. “Que se haya comprado equipos que no sirven para la finalidad para la cual se ha compró, llama la atención”, dijo.