El deporte más practicado en la campaña electoral: el transfuguismo
El deporte más practicado en la campaña electoral: el transfuguismo

Si por algo se caracteriza la actual campaña electoral es por el indiscriminado y grosero cambio de camisetas políticas en la gran mayoría de candidatos que pugnan por llegar al poder, ya sea como integrantes de una plancha presidencial o de una lista parlamentaria.

Para muestra, un botón: Rogelio Canches. En los inicios de su carrera política llegó a la presidencia regional del Callao por el partido Perú Posible, luego fundó su agrupación Movimiento Amplio Regional Callao y después fue elegido congresista por Gana Perú. Hoy es el flamante vocero político de Alianza Para el Progreso (APP) en el Callao, es decir, la agrupación que promueve la candidatura de César Acuña. Su tercer cambio de camiseta coincide, al igual que en otros casos, con la proximidad de las elecciones de 2016.

OBSERVACIÓN. El analista Víctor Andrés Ponce explica por qué muchos optan por cambiar de partido político cada cierto tiempo. A su juicio, la democracia en el Perú carece de un sistema de partidos políticos.

“Cuando se habla de una democracia más o menos estable, se habla de un sistema de partidos. En el Perú existe una política sobre la base de personalidades”, sostuvo para marcar la diferencia entre lo que sucede en el país y en el exterior.

“Ese tipo de liderazgo lo representan Keiko (Fujimori), PPK, (Alan) García, incluso (César) Acuña y (Alejandro) Toledo. Detrás de ellos no hay una idea de institucionalidad”, precisó.

Al primar la figura de un caudillo, también predominan las relaciones personales en vez de la afiliación por un ideal común. “Son decisiones con enorme sentido de la oportunidad que no tienen que ver con programas, perfiles económicos ni con tradiciones”, afirmó el analista con respecto a los constantes cambios de afiliaciones a un partido político.

“Lo más llamativo de esta elección es la decisión de Anel Townsend de integrar la fórmula de Acuña y la decisión de Susana Villarán de integrar la fórmula de Daniel Urresti. A eso hay que sumarle el caso de Nano Guerra García. Es una política reducida a la ‘oportunidad’”, concluyó el analista.

PRINCIPIOS. Bajo la óptica del analista político Agustín Figueroa, el “transfuguismo” ideológico que persiste en nuestro país es “sistemático” y demuestra la falta de convicción que caracteriza desde hace décadas a nuestra clase política.

“Pero más que nada demuestra que son unos sinvergüenzas, que carecen de conciencia crítica y sentido de pertenencia. Se van, abandonan sus partidos por intereses subalternos, sin importarles que dejan un panorama desordenado como el que tenemos ahora”, lamentó.

Lo que hoy vemos, según Figueroa, son conveniencias personales, y no les importa el desarrollo partidario. “En algunos casos solo buscan lucrar, en otros es puramente mediocridad; se meten en algo sin saber a dónde van ni qué harán”, agregó.

Las falencias que imperan en nuestro sector político, refiere Figueroa, se deben a problemas estructurales que con el tiempo no han dejado de resquebrajarse. Los principios, añade, configuran un elemento imprescindible que debería formar parte de la conciencia de nuestros políticos y que se evidencia porque, según él, no tienen noción de fidelidad partidaria.

“Hay algunos grupos, como el partido Orden, que no podrán pasar la valla electoral. En ese grupo tenemos varios personajes que han mudado de partido prácticamente a su gusto”, destacó.