En los últimos días, distintos candidatos presidenciales han optado por ofrecer a los electores dinero en efectivo (bonos) y medicinas (vacuna) si resultan elegidos.
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César Acuña (APP) y Ollanta Humala (Nacionalista) ofertaron entregar S/600 y S/800, respectivamente, cada mes y durante un año, a 4.5 millones de jefes de familia (electores).
Daniel Urresti difunde en sus redes sociales: “Adivina, ¿quién te va a devolver tu ONP?” (el TC desestimó dicha devolución); y Julio Guzmán (Partido Morado) declaró el domingo: “Al 31 de diciembre, yo me comprometo a que toda la población esté vacunada”.
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¿Vulneraran estas ofertas la ley electoral que prohíbe las promesas de dádivas?
Julio Silva, presidente del Instituto de Derecho Electoral, asegura que no, pero muchas de ellas podrían catalogarse de “propuestas populistas”.
Iván Lanegra, de Transparencia, comenta: “La demagogia es un viejo mal de nuestra política. Cuando uno mira la parte de la implementación, esas promesas caen en el campo de la demagogia”.