Funcionamiento de los nuevos radares de Corpac tiene más de un año de retraso
Funcionamiento de los nuevos radares de Corpac tiene más de un año de retraso

Hasta la fecha, solo un vetusto radar de procedencia estadounidense, que opera desde hace más de 15 años y cuya vida útil óptima es de una década, es el único sistema de vigilancia que funciona para controlar el espacio aéreo de todo el país, y apenas cubre el 4% del territorio nacional, según confirmaron fuentes oficiales.

Esta precaria situación se mantiene a pesar de que hace más de un año -en diciembre del 2011- debieron haberse puesto en funcionamiento en su totalidad los ocho nuevos radares adquiridos por el Estado a fines del 2009, sistema que permitirá mejorar la seguridad aérea hasta alcanzar el control del 84% de la superficie peruana sobre los 25 mil pies de altura (equivalentes a unos 8 mil metros).

Hace tres años, durante el gobierno de Alan García, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) suscribió un contrato con la empresa española Indra para la compra de los nuevos radares, y con la compañía francesa Ineo GDF Suez, encargada de implementar el sistema de comunicaciones satelital para procesar los datos de los equipos de localización.

El costo total de este proyecto, llamado "Automatización y Modernización de los Servicios de Tránsito Aéreo - Red de radares de Vigilancia Aérea para la Corporación Peruana de Aviación Comercial (Corpac)", ascendió a $43'684,876, de acuerdo con las fuentes.

Versión oficial. Al respecto, Correo contactó al gerente central de Aeronavegación y Aeropuertos de Corpac, Luis Rivera, bajo cuya responsabilidad se encuentra el monitoreo de la seguridad aérea en aquella entidad estatal.

En diálogo con este diario, Rivera reconoció que en la actualidad el personal especializado que se encargará del manejo del nuevo sistema de radares, desde el también nuevo centro de control de tráfico aéreo en Lima, está en etapa de "familiarización" con el equipamiento recibido formalmente por Corpac en diciembre último.

"Fueron 18 los controladores aéreos que fueron capacitados en tiempo récord en noviembre y diciembre pasados. Ellos se encuentran en fase de interacción con los equipos. Se trata, pues, de una transición", afirmó el funcionario.

Precisó que los nuevos radares, instalados en diferentes zonas estratégicas del país, ya se encuentran completamente operativos y que, según "el cronograma" del proyecto, se tiene previsto que el 18 de marzo próximo ya empiecen a funcionar en conjunto con todo el sistema de vigilancia aérea.

Con respecto al retraso del inicio de operaciones de los radares como parte del sistema de seguridad aérea en el país, Rivera adujo que se debió a diversos problemas presentados durante la ejecución del proyecto. Aunque inicialmente señaló a la proveedora Indra como la responsable de la demora, luego dijo que le correspondía al coordinador nacional del proyecto, a la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) o al MTC pronunciarse al respecto.

"Enviamos varias observaciones sobre requerimientos incumplidos por la empresa a las instancias correspondientes. Pero también hubo otros factores de coyuntura política, como fue el caso de Cajamarca, donde no fue posible instalar el equipamiento por más de seis meses debido a las protestas antimineras contra Conga", sostuvo el funcionario.

Gruesas omisiones. Sin embargo, Rivera evitó mencionar el principal obstáculo que tuvo que superar el proyecto, pues se trató de una responsabilidad de Corpac.

Según fuentes que formaron parte del proceso, la demora en el funcionamiento de los nuevos radares se debió principalmente a que la entidad aeroportuaria no contaba con los predios formalizados ante las municipalidades o comunidades campesinas donde finalmente se ubicaron el centro de control y los 8 radares. Esto pese a que el contrato había sido suscrito con antelación.

En efecto, de acuerdo con documentos a los que accedió Correo, en junio del 2010 la Municipalidad del Callao le negó a Corpac la "licencia de obra" para construir el nuevo centro de control al lado del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

"De la revisión de la documentación (...) se aprecia que el terreno sobre el que se asienta el aeropuerto no tiene regularizada su condición jurídica de ser 'terreno urbano'", se anotó en el Oficio N° 291-2010-MPC-GGDU, emitido por la Gerencia de Desarrollo Urbano de la comuna chalaca. Pero luego esto fue superado entre las autoridades.

Otro ejemplo de esta situación ocurrió en la comunidad de Ccopi (Ccatca, Quispicanchis, Cusco), donde recién en setiembre del 2011 se firmó un convenio de "paso de servidumbre" con los comuneros para que pueda construirse un camino hacia el cerro Acopia Grande, lugar en el que se situó uno de los radares. Según las fuentes, los funcionarios de Corpac tuvieron que suscribir convenios similares, con el mismo objetivo, en otras zonas del país.

Este diario intentó entrevistar a Ramón Gamarra Trujillo, designado en el 2009 por el MTC como coordinador nacional del proyecto para la compra de los radares, pero no se obtuvo respuesta.

Cabe anotar que Gamarra también es -desde el 2010- jefe de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), órgano del MTC que debía supervisar el cumplimiento del contrato, es decir, de los plazos, que se dilataron de modo negligente.

De alto vuelo. La nueva red de radares permitirá mayor precisión en los servicios de tráfico aéreo en el país.

Por ejemplo, la frecuencia de vuelos se incrementará, pues el flujo de aterrizajes y despegues de las aeronaves será más eficiente.

Lo anterior tiene que ver con el incremento de la capacidad del espacio aéreo, debido a que se reducirán las separaciones convencionales entre los aviones gracias a la información de los radares.

El año pasado, el número de operaciones aéreas (entradas y salidas de aeronaves) en el Perú se incrementó a 353,604.