Al cumplirse hoy -6 de octubre- un año exacto de la fuga de Vladimir Cerrón Rojas, siguen tejiéndose versiones imaginativas sobre su paradero.
Estas van desde un cómodo refugio en Cuba, Venezuela o Bolivia, una eventual protección del Ministerio del Interior e, incluso, un mullido asiento en “El Cofre” presidencial para eludir operaciones policiales.
Lo único certero es que han desfilado cuatro ministros del Interior y dos comandantes generales de la Policía Nacional, en el actual Gobierno, sin que ninguno haya puesto en riesgo la libertad del prófugo más poderoso del país.
Oficialmente, Cerrón Rojas está en condición de no habido desde el 6 de octubre del 2023.
En tal fecha, el juez del Sexto Juzgado Penal Unipersonal Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancayo, Guido Arroyo Ames, condenó a 4 años de prisión efectiva, con carácter suspensiva, al exgobernador de Junín en el caso “Aeródromo Wanka”.
Tras la apelación de la defensa, la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en delitos de Corrupción de Funcionarios, de Junín, ratificó la sentencia previa condenando a Vladimir Cerrón a 3 años y 6 meses de prisión efectiva por el delito de colusión en el caso ya citado.
El Colegiado le impuso, además, el pago de reparación civil de S/800 000, y la inhabilitación de 3 años y 6 meses para el ejercicio de la función pública.
PRÓFUGO QUE SONRÍE.
El Programa de Recompensas elevó a S/500 mil la suma por información que facilite su captura.
Según exjefe de la Policía Nacional, Jorge Angulo, se habrían efectuado durante su gestión 9 operaciones policiales destinadas a la captura de Cerrón.
Todas fracasaron debido a la información errada o -se especula- debido a una posible filtración de información de inteligencia en beneficio del prófugo.