Las protestas en la provincia de Islay, en Arequipa, en contra del proyecto minero Tía María, vivieron ayer su día más dramático, pues tres manifestantes resultaron muertos y un promedio de 52 personas terminaron heridas, entre policías y pobladores, tras una serie de violentos enfrentamientos con efectivos de la Policía Nacional. Como se sabe, desde hace 16 días la población viene protestando en contra del proyecto de la minera Southern, del Grupo México, pues considera que contaminará el medio ambiente y dejará a sus habitantes sin sus fuentes de agua, con la consiguiente desaparición de sus cultivos. De acuerdo con versiones policiales, ayer la situación se tornó insostenible en Islay, debido al vandalismo que protagonizó una turba de manifestantes. El jefe policial de Arequipa, general PNP Carlos Mateo Tueros, informó que los enardecidos pobladores incendiaron la sede del gobierno municipal, el local del Partido Aprista Peruano e incluso amenazaron con prender fuego a la comisaría. La autoridad policial responsabilizó a algunas autoridades y radioemisoras locales por azuzar a los manifestantes en contra de la actividad minera y de los efectivos del orden, seis de los cuales resultaron heridos por las pedradas de los revoltosos. “Los choques se produjeron cuando la Policía intentaba desbloquear varios tramos de la carretera Panamericana Sur, en Islay, que se encuentra bloqueada con troncos y piedras desde la semana pasada”, señaló el jefe de la Policía de Arequipa, Carlos Mateo. Así las cosas, los enfrentamientos, que se habían iniciado a las seis de la mañana, se prolongaron por varias horas. La tensión se inició muy temprano, cuando los efectivos del orden intentaban abrir el paso de la vía Mollendo-Matarani para evitar el desabastecimiento de los mercados de la zona, pues la turba -de más de 1,500 personas- sitió la ciudad de Mollendo, saqueó diversos comercios y quemó varios vehículos de transporte privado de la empresa Santa Úrsula. VÍCTIMAS. Las violentas protestas ya habían dejado un muerto el pasado lunes -Andrés Taipe (22), quien falleció por una herida de bala que le perforó el pulmón-, pero ayer nuevamente tiñeron de sangre el sur del país. La gresca entre la Policía y los huelguistas acabó ayer con la vida de Aurelio Huarcapuma (50), quien murió de una herida de bala en el abdomen cuando era trasladado al Hospital de EsSalud de Mollendo, mientras que Miguel Ángel Pino (25) recibió un proyectil en la cabeza y fue declarado con muerte cerebral por los médicos. Al promediar las 14.10 horas, llegaron seis heridos de gravedad al Hospital Honorio Delgado de Arequipa y pocos minutos después falleció Néstor Cerezo Patano (31), víctima de un infarto. Los efectivos del orden también realizaron varias detenciones entre los revoltosos. Por ejemplo, el sujeto identificado como Rómulo Anco Mita (38) fue intervenido por llevar consigo una mochila con 22 cartuchos de perdigones calibre 16 sin percutar, un arma tipo escopeta y dos tubos de metal. Otro, identificado como Miguel Mesa Igme, llevaba una bolsa de casquillos de bala calibre 9 milímetros. Preocupado por los sucesos, el ministro del Interior, Miguel Hidalgo, aseguró que la Policía actuó de acuerdo a ley, pese a los reclamos de algunos pobladores por un supuesto uso excesivo de la fuerza. Además, el titular del sector exhortó a los manifestantes a deponer su protesta, debido a que el país está ad portas de participar en un proceso electoral este domingo. COMISIÓN OFICIAl. Anoche, al promediar las 19.00 horas, una comisión de alto nivel integrada por el viceministro de Orden Interno del Ministerio del Interior, Jorge Luis Caloggero, y funcionarios de los ministerios de Ambiente y de Energía y Minas, llegó a Mollendo para dialogar con los dirigentes del Frente de Defensa del Valle de Tambo. Al cierre de esta edición, los dirigentes Pepe Julio Gutiérrez y Jaime de la Cruz discutían con la comisión el fin de la protesta a cambio del retiro definitivo del proyecto minero Tía María. Guillén pide cancelación El presidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén, emitió ayer un pronunciamiento oficial en el que pide al gobierno la cancelación del proyecto Tía María e insta a la minera Southern Copper a que se retire de la provincia de Islay. Argumentó que la violencia generada por las protestas en contra del proyecto minero, que se iniciaron hace 16 días, ya ha dejado varios muertos. “Por encima de los beneficios económicos de la inversión privada se encuentra el valor superior de la vida de las personas como fin supremo de nuestra condición humana y del Estado”, indica el comunicado.