La toma de mando de Javier Arévalo Vela como presidente del Poder Judicial para el periodo 2023-2024 aún no estaría completamente asegurada debido a que tiene pendientes hasta dos procedimientos que se ventilan ante la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
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En el primer caso, se trata de un informe elaborado por el vocal de la JNJ, Guillermo Thornberry, ha pedido la destitución de Arévalo Vela en el marco de un proceso disciplinario en su contra por presuntamente no haber denunciado que su hermano, Armando Arévalo, contrató con el Estado, en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
La JNJ dejó al voto el informe el pasado 14 de noviembre pero hasta ahora no hay una resolución al respecto.
Ese día, Javier Arévalo negó ante el pleno de la institución haber favorecido a su familiar, ya que este, según dijo, viene brindado servicios para la autoridad electoral desde el 2001; es decir, 10 años antes de que el magistrado asumiera como juez de la Corte Suprema de Justicia.
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ENTREVISTA. El magistrado tiene en curso su proceso de ratificación como juez supremo. Arévalo iba a comparecer ante la institución el 2 de noviembre para la etapa de entrevista personal, pero se suspendió por la cercanía de su proceso disciplinario.
Es decir, si la JNJ resuelve no destituirlo por mayoría, Javier Arévalo seguiría su proceso de ratificación, que podría culminar con su no ratificación. No se puede descartar ningún escenario.