Jorge Nieto: “La politización de la desgracia es un grave error”
Jorge Nieto: “La politización de la desgracia es un grave error”

El viernes último, el ministro de Defensa, , salió en un helicóptero Mi-17 del Ejército desde la base Las Palmas con dirección a Yauyos, al sureste de Lima. Lo acompañaban el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante José Paredes; y el comandante general del Ejército, general Luis Ramos, dos paramédicos de la Fuerza Aérea y un equipo de Correo.

El plan era rescatar a un herido con múltiples fracturas a causa de los desbordes de los ríos. Pero el mal clima impidió al piloto, pese a tres intentos y a estar a 40 segundos del destino, aterrizar de manera segura. Este periodista fue testigo de cómo las nubes plomas cubrían los picos rocosos e impedían realizar maniobras en un vuelo netamente visual. Solo quedó volver sin el herido y evacuarlo por tierra.

De vuelta en Lima, la aeronave fue recargada con combustible para salir nuevamente, esta vez al anexo El Tigre, distrito de Quilmaná, provincia de Cañete, donde el Ejército repartió agua y conservas para las familias que han perdido propiedades y sobre todo sus cultivos, lo que les ha generado grandes deudas con los bancos. Fue ahí donde dialogamos con el titular de Defensa.

Ministro Nieto, en los últimos cuatro días, la emergencia por el llamado “Niño Costero” se ha agudizado. ¿Qué se prevé para los próximos días? 

Lamentablemente, nos dicen que las próximas horas van a ser muy difíciles y que podemos esperar todavía unas tres o cuatro semanas con este fenómeno. El problema va a ser en las zonas de Lima Norte y Sur, es decir: Cañete e Ica. También los ríos Rímac, Huaycoloro, Lurín Cañete, Mala, Chillón y las zonas costeñas de Áncash. En general, en todo el país, el fenómeno se ha recrudecido. Eso tiene que ver con la manera en que están evolucionando las condiciones climatológicas. Como se sabe, en un primer momento hubo ingreso de una masa de agua cálida en el norte del país. Estuvo básicamente ubicado en las costas de Tumbes y Piura, pero ahora esa masa cálida ha bajado prácticamente al borde de Lima, desde Áncash, Chimbote, toda esa zona. Eso significa que la temperatura del agua del mar ha subido hasta cinco grados. Eso genera una masa de humedad muy importante y con los vientos del Anticiclón que vienen del suroeste a este, esta humedad hecha nubes va hasta la Cordillera de los Andes. Pero es una humedad débil, que ha hecho que esta llegue apenas hasta la mitad de los Andes, y eso está generando este fenómeno. Hay más cantidad de agua más cerca de la costa y las ciudades, y al mismo tiempo se activan quebradas que no se habían activado hace muchísimos años.

Ante esta emergencia, nos ha faltado algo como país para evitar los daños que hoy vemos a diario. Se anunció un Niño para 2016 y se destinaron recursos para obras. ¿Algo se hizo con esto? 

Podíamos haber tenido más trabajo de prevención. Yo quiero remarcar esto con mucha fuerza. Ahí donde ha habido trabajo de prevención, la prevención ha funcionado. He puesto dos ejemplos que son los más claros para mí. Uno es lo de las mallas metálicas dinámicas que se pusieron en las quebradas de la zona de Chosica, Santa Eulalia, en toda la zona de la Carretera Central. En esta parte, las mallas han contenido en las alturas las grandes rocas, las grandes piedras, los troncos, los árboles y, por tanto, lo que hemos visto discurrir como huaicos básicamente son agua y lodo ligero. Por supuesto que eso genera inundación de casas cuando el río se desborda, genera complicaciones, la pista se vuelve más inmanejable para los vehículos, pero no estamos teniendo daños mayores como en otros años, precisamente porque las rocas han sido contenidas. El otro ejemplo es el del río Piura, que estaba proyectado para contener un volumen de agua de aproximadamente mil 600 o mil 700 metros cúbicos por segundo, pero lo que ha ocurrido en esta oportunidad es que hemos llegado a dos mil 100 metros cúbicos por segundo, y sin embargo el río no se ha rebalsado, no ha habido un desborde, porque se hizo un ensanchamiento de todo el cauce y al mismo tiempo hubo descolmatación. Entonces, ahí donde ha habido trabajo de prevención, este ha funcionado. En otros lugares no ha habido trabajo de prevención y ahí están las consecuencias.

Hace unas semanas, usted dijo que el problema “éramos nosotros” como Estado, como país, quizá también incluyó a los políticos… 

Lo que dije hace dos semanas fue usando una frase genérica, fue más bien una frase de tipo histórica. ¿Qué quiero decir? Las ciudades del norte, por ejemplo, que son ciudades importantes que han tenido tasas de crecimiento muy altas en los últimos diez o 15 años, son ciudades que no tienen drenaje profundo o que no han hecho las obras de reservorio de la bajada del río para contener el agua y guardarla para parte del año, o como vimos ahora en Piura. El agua del río Piura en una parte no llega al mar, sino a la laguna de La Niña, que ahora está hecha una enorme laguna. Pero qué ocurre, cuando el agua crece, esa laguna se convierte en una especie de muro de agua y entonces cuando ya no tiene dónde desfogar comienza a regresar al río y hay el riesgo de la inundación del Bajo Piura. Entonces, lo que vimos ahí con nuestros ingenieros militares es la necesidad de hacer un dique, un canal que permita desaguar esa agua al mar. Están trabajando en este momento el proyecto que no se resuelve de la noche a la mañana, pero esa es una obra que hemos debido hacer hace 20 años. Lo que estoy diciendo es que tenemos que hacer obras de naturaleza histórica. La situación de gravedad nos debe de colocar ante la tarea de hacer de verdad las cosas importantes, para que no vuelva a repetirse esta situación. Si nuestra reconstrucción, si la que hagamos, va a ser una vuelta a la normalidad mediocre anterior, dentro de cinco o seis años volveremos a tener inundaciones, agua empozada, gente padeciendo.

A diferencia de lo sucedido luego de las inundaciones de 1983 y 1998, hoy sí tenemos recursos económicos. Entonces, si hay dinero, ¿qué falta para hacer buenos trabajos de prevención? 

Tenemos que hacerlo, hay que hacer las obras fundamentales y junto con esas obras grandes que nos permitirían decir a esta generación de peruanos que hicimos algo muy importante para la historia del país, tenemos que hacer centenas, miles de pequeñas obras, abriendo trabajo para la gente más pobre que ha sufrido el muro de la casa caída, la cocina que ha sido inundada, el jardín que está deteriorado, el barrio que no tiene la vereda para contener la venida del agua. Es decir, tenemos que generar un programa de reconstrucción de las casas en lugares en los cuales la vida sea segura, porque el otro problema que tenemos es que hemos crecido sin un riguroso planeamiento urbano. Muchas veces, construimos casas en el cauce de los ríos o en las laderas de las quebradas, donde sabemos que va a bajar el huaico.

Como sucedió en Punta Hermosa, que en una quebrada se han instalado puntos de crianza de animales, que son zonas incluso invadidas... 

Mire lo que ha pasado en Punta Hermosa, donde hay una quebrada que no se activaba hace 15 años. Se ha activado y ha habido un doloroso sufrimiento de gente que incluso ha muerto, pero eso de quién depende, depende de las autoridades locales en este caso, pues son los alcaldes los que determinan el uso de los recursos y los que pueden contener el tráfico de terrenos de gente inescrupulosa que se aprovecha de la pobreza de la gente. Eso es trabajo nuestro, eso es trabajo de las instituciones, del gobierno central, de los gobiernos regionales y de los gobiernos locales. Por eso tenemos que hacer un trabajo muy inclusivo no solo por hoy, sino por lo que no se ha hecho en los últimos 20 o 30 años.

Aparte del trabajo que el Gobierno realiza día a día para afrontar la emergencia, tiene otro frente que resolver: el político, pues nunca faltan las críticas y los cuestionamientos por lo que se hace, por lo que no se hace, o incluso por lo que no se hizo... 

La mayoría del comportamiento de los políticos ha sido de colaboración y de cooperación. Una muestra es que el Congreso, ante la situación, haya liberado al ministro de Transportes de la interpelación para que vaya a atender sus obligaciones en las carreteras del país. Otra muestra es que congresistas de todos los partidos se han desplazado a sus zonas y desde ahí permanentemente están monitoreando la situación y me están mandando por WhatsApp, informaciones, para poder estar atendiendo la situación y al mismo tiempo es una información que es muy valiosa. Pero evidentemente hay algunos líderes de opinión, algunos políticos, que están tratando de generar una situación de politización de la desgracia. Eso creo que es un grave error. Yo los invitaría a reflexionar, a que sus críticas las hagan en el momento adecuado.

La realización de los Panamericanos en el 2019 en Lima ha generado críticas al Gobierno en medio de esta crisis… 

Es un tema que ha tratado de asociarse con la situación de desgracia en el norte, colocándolo como disyuntivo. La bancada mayoritaria ha sido mucho más cauta en eso. Ha dicho, bueno, podemos atender las dos cosas, vemos de qué manera. Nos han dado un plazo, una cosa que uno tendría que agradecer. Hay que destacar, por ejemplo, el trabajo de los congresistas de Fuerza Popular, de PPK, de APP, del APRA, que nos han venido dando informaciones para poder trabajar. Pero sí hay gente que hace críticas, algunas absolutamente injustas, otras reclamándonos obras que no han hecho ni los gobiernos regionales ni los alcaldes durante los últimos 15 o 20 años, sabiendo que son obras básicas, y nosotros vamos a fortalecer y apoyar que esas obras se hagan. En algunos casos le he pedido al Ejecutivo, al Presidente, al premier que permita que nuestros ingenieros militares desarrollen algunas obras pequeñas, pero que son imprescindibles para el tratamiento de los ríos. En general, yo invocaría a que no se politice la desgracia. Ya más adelante tendremos tiempo de hacer todas las críticas y todas las peleas que se quieran hacer. Este es el momento de estar unidos ante la situación.

¿Qué llamado haría a la población en momento que se habla de desabastecimiento de alimentos básicos y agua, mientras en otras zonas afectadas no llega la ayuda? 

Que tengan calma, que tengan tranquilidad, que el abasto está garantizado. Lo que está habiendo son un conjunto de bolas a través de los medios electrónicos que hablan de desabastecimiento, con lo cual generan estas colas enormes. A lo mejor son los propios interesados en vender, los que lanzan este tipo de iniciativas. Y hay otras que hablan de desórdenes, de intentos de asalto. Hemos corroborado la mayoría, lo hemos venido haciendo en el curso del viaje en el helicóptero y resulta que la mayoría son falsas. Entonces, hay gente que por alguna razón intenta generar una situación de crisis o crispación que hay que rechazar. Yo pediría a la población que siga haciendo lo que está haciendo con tranquilidad y paciencia. Sus autoridades van a llegar.

CIFRAS

3 meses y 13 días tiene Jorge Nieto como ministro de Defensa.

5 meses fue el tiempo en el que Nieto ocupó la cartera de Cultura.

PERFIL 

JORGE NIETO

MINISTRO DE DEFENSA

Es bachiller de sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú. También es magister en Ciencias Políticas por la Facultad Latinoame-ricana de Ciencias Sociales.