Erik Rivera

Un reciente recuerdo arrancado de la memoria de Keiko Fujimori quedó derramado ayer en el púlpito del Gran Teatro Nacional (San Borja). No era una remembranza de su infancia y menos de la vida política, sino de cómo el miércoles 11 de setiembre, ella junto a su hermano, Kenji, vieron agonizar a su padre, el expresidente Alberto Fujimori, al que con el alma en vilo no dudaron en abrazar.

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La dramática escena quedó grabada en la intimidad de sus familiares que, semanas antes, habían aceptado el pedido del “Chino” de no internarse en ninguna clínica por el tumor en la lengua que finalmente comprometió sus pulmones y  solo esperar que la muerte lo embistiera en su cama.

“Ese fue su deseo: Estar en casa. Se negó a internarse en los últimos días y murió abrazado por nosotros”, sollozó ayer Keiko en la misa de cuerpo presente.

Fue en el último día de los funerales de su padre, enterrado ayer en el cementerio Campo Fe, en Huachipa.

recuerdos. Kenji Fujimori, por su parte, embargado por las mismas emociones, estalló en llanto. Sus palabras estaban llenas de recuerdos e impotencia porque días antes sus adversarios políticos celebraron, vergonzosamente, la muerte de su padre.

“Quiero decirle a los adversarios de mi padre que el ‘Chino’ jamás va a morir”, exclamó. “Te pusiste los pantalones para derrotar a Sendero Luminoso y al MRTA. El pueblo te reconoce”, continuó.

Durante la misa de cuerpo presente, Keiko, al igual que Kenji, agradeció al expresidente Pedro Pablo Kuczysnki por haber otorgado el indulto humanitario a AFF y, en consecuencia, librarlo de una condena de 25 años de prisión por crímenes de corrupción y de lesa humanidad.

Alberto Fujimori solo cumplió 19 años de su sentencia.

“Gracias a los miembros del Tribunal Constitucional que en dos oportunidades ratificaron su libertad”, dijo luego Keiko.

El agradecimiento lo extendió a la presidenta Dina Boluarte por no ceder ante las presiones “nacionales e internacionales” que buscaban que Fujimori muera preso.

“Hoy quiero decirte mis últimas palabras, no como han sido las últimas semanas en la intimidad del cuarto. Hoy voy a hablarte frente a tu pueblo peruano. Y en el mes del más profundo dolor y tristeza, quiero decirte también que tengo un poco de serenidad en mi corazón porque finalmente papito eres libre del odio y la venganza”, añadió compungida. “Eres libre de esas personas que no te perdonaron que nos recataras del hambre y del dolor. Eres libre de esos 16 años de prisión injusta con una sentencia sin prueba alguna porque estuvimos ahí en el juicio. Eres libre del cáncer, de la fibrilación auricular, de la fibrosis pulmonar, de esos dolores tan duros que sufriste en las últimas semanas”, añadió

Keiko, Sachi y Kenji Fujimori no pudieron contener las lágrimas.

Honores

Luego de la misa, un coche fúnebre cargó el féretro acompañado de policías y liebres que tomaron las avenidas Javier Prado y Vía Expresa hasta Palacio de Gobierno.

La Guardia de Honor del Regimiento de Caballería de los Húsares de Junín recibió el féretro en la Puerta de Palacio para los honores militares.

Seis hombres cargaron el féretro. Luego, la presidenta Boluarte abrazó a cada uno de los familiares pero dedicó más tiempo a Keiko, que le habló por varios segundos.

Un minuto de silencio y 21 camaretazos de salva fueron los actos finales del homenaje.

A la 1 y 20 se retiraron de Palacio con dirección al cementerio Campo Fe de Huachipa.

Allí, con cientos de simpatizantes, tres de sus hijos (Keiko, Kenji y Sachi), sus hermanos Santiago y Juana, con congresistas de la bancada y otros simpatizantes, el expresidente Alberto Fujimori fue enterrado al promediar las 15:20 horas. Que descanse en paz.

Miles de simpatizantes hasta el final

Una multitud de personas estuvo en el frontis del Gran Teatro Nacional acompañando la misa del expresidente Alberto Fujimori. La mayoría aseguraba que Fujimori “se manchaba las botas por los más pobres” y que fue autoritario pero no dictador”.

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En el último día de sus funerales, Keiko señaló que su padre ahora es libre del odio y la venganza de sus adversarios políticos. Expresidente recibió los honores de jefe de Estado en Palacio y fue objeto de una misa de cuerpo presente. Sus restos acabaron bajo tierra al promediar las 3 y 20 de la tarde