Imagen
Imagen

Mientras  afirma que su Gobierno no dará marcha atrás en la promulgada ley laboral juvenil, pidiendo a los jóvenes que “no se dejen llevar por cuatro o cinco políticos” que discrepan de la norma, en su propia bancada le recuerdan que hay quienes preparan un pronunciamiento “de disconformidad con la ley y la postura” del Ejecutivo.

“Con un voto reflexivo se puede dar marcha atrás a esta medida”, reconoció ayer el legislador oficialista Jaime Valencia al marcar una posición confrontacional con .

Así, anunció que en los próximos días “los que votamos en contra, nos abstuvimos e incluso no votamos, seremos coherentes en apoyar una propuesta de modificatoria”.

En la sesión del 11 de diciembre, seis fueron los nacionalistas que prefirieron no brindar luz verde a la norma.

SE SUMARÁN. El nacionalista electo por Moquegua sostuvo que una facción en io alzará su voz en respaldo de las bancadas que exigen suspender la aplicación del nuevo régimen “que vulnera los derechos laborales” y crea un régimen “injusto”.

Y es que proyectos pidiendo la derogatoria de la polémica ley han sido presentados por Acción Popular-Frente Amplio, Concertación Parlamentaria y Dignidad y Democracia, mientras que el pedido para la suspensión fue realizado por  y .

Valencia -señalado como posible refuerzo de Dignidad y Democracia para la siguiente legislatura- afirmó que existe un debate interno y que no todos están a favor de esta política. “No somos una voz aislada en la bancada nacionalista, y no soy el único”, manifestó.

“A pesar de que yo fui el único que votó en contra, hay algunos colegas que no votaron por no discrepar al interior de la bancada. Pero los que estamos preocupados, pasadas las fiestas estaremos reuniéndonos para adoptar un pronunciamiento”, agregó.

En la sesión en la que se aprobó la medida, Valencia votó en contra, mientras que  y  se abstuvieron.

Emiliano Apaza, Hugo Carrillo y Rubén Condori, aunque presentes en el debate -según el registro de asistencias de la asamblea del pleno-, decidieron no sufragar.

“Nosotros hemos sido coherentes siempre en nuestro pensamiento y nos parece que los jóvenes, que están siendo vulnerados en sus derechos, tengan la opción de salir a protestar en torno a algo injusto, que se entiende está en contra de la Constitución y lo que establece la OIT”, agregó Valencia.

MEA CULPA. Ayer, miembros del gabinete de ministros que comanda  realizaron un “mea culpa”, dejando en claro que en la gestión de Ollanta Humala, poco a poco, se viene cediendo posición en torno a posibles cambios a la norma, denominada popularmente “Ley Pulpín”.

La titular de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, , sostuvo que el Ejecutivo aceptará democráticamente la aprobación de las mismas, sea cual fuese su sentido.

“Esperemos que predomine esa línea, pues todas las normas pueden ser perfectibles”, aseveró durante la realización de un desayuno navideño organizado por el programa Yachay, del Inabif.

Fuentes del Gobierno indicaron que la ley laboral juvenil produjo más reacciones negativas de las que se esperaba en el seno de la PCM.

Omonte reconoció que desde el Gobierno “tenemos que hacer un mea culpa por no haber difundido más esta norma en las redes sociales, que son los medios que los jóvenes más siguen”.

Por su parte, el ministro de la Producción, , admitió que el Gobierno no tiene certeza sobre el éxito del nuevo régimen.

“Nosotros hemos hecho una propuesta que es integral, bien pensada. Claramente no se tiene garantías de que vaya a funcionar. Debería verse cómo funciona en la cancha y realizar los ajustes con el tiempo”, expresó.

“Lo que debemos hacer como país es ver cómo funciona durante un año y, en base a eso, si no ha logrado los objetivos de formalización, hay que aceptar y hacer ajustes. Si no logramos la formalización, vamos a tener problemas (…) No se sabe con certeza que esto va a funcionar, nunca se puede saber”, agregó Ghezzi.

En la víspera, el jefe de la cartera de Trabajo, Fredy Otárola, apuntó que “si hay que perfeccionarla, mejorarla o cambiarla, se tomarán esas medidas”.

INSISTE. Pese a las fisuras que la norma ha ocasionado en el Gobierno y la bancada oficialista, Humala insistió con su defensa.

El jefe de Estado, frente a la primera promoción de los beneficiarios de “Beca 18”, le pidió a los jóvenes que lean la ley, que se enteren y no se dejen llevar por cuatro o cinco políticos que tienen una postura ideológica y que nunca van a cambiar.

“Estamos haciendo un esfuerzo enorme defendiendo el país aun en contra de algunos que no quieren cambiar”, agregó al explicar que existe aproximadamente medio millón de jóvenes sin calificación porque solo pudieron terminar la secundaria o algunos la dejaron inconclusa, “y hacia ellos se dirige la norma, con el fin de alejarlos de la informalidad o delincuencia”.

Lee más...