La periodista Milagros Leiva se metió en el ojo de la polémica al reconocer que había pagado 30 mil dólares a Martín Belaunde Lossio por una información. En esta entrevista da detalles de esa transacción que derivó en su salida de América TV y Canal N.
¿Cómo conoces a Martín Belaunde Lossio (MBL)?
Mi relación siempre ha sido de fuente. Yo lo buscaba para entrevistarlo porque estaba investigando la corrupción en Áncash. Un día me llama Roxana Altuna, la madre de sus hijos, y me dice que soy injusta con él. Ella le dijo que me llame y lo hizo. Así lo conocí. Nuestro primer encuentro periodístico fue en el lobby del hotel Marriot en marzo del 2014.
Siempre lo consideraste una fuente privilegiada...
Sí, claro, él sabe todo lo que se hizo en la primera campaña de Ollanta Humala. Fue el amigo de Nadine y Ollanta. Era el hombre que hacía los mítines, era estratégico. Siempre me ha parecido una fuente neurálgica.
Cuando te solicitan los $30 mil, ¿dudas o tu vinculación era tan fuerte para confiar en MBL?
Pregunto qué tipo de información es. Nadie suelta dinero así nomás. Yo pagaba por información sensible. Él no me la podía dar por FaceTime, tenía miedo de que yo lo grabara. Me la podía dar en persona y me podía enseñar papeles y documentos. Todos los periodistas tenemos una suerte de obsesión con el Partido Nacionalista, que tiene que ver con la ruta del dinero. ¿De dónde vino? ¿De Venezuela?
¿Llegas a ver la información por FaceTime antes de pagar?
Claro, antes de viajar y desembolsar el cheque que le entrego a Yuliano Arista (el “Curaca blanco”) aquí en Lima, pregunto de qué información se trata. No soy tonta. Es curioso, pero personas que nunca han estado en este oficio sueltan bastantes ligerezas. En fin, yo no les voy a decir cómo investigamos los periodistas. Pero no voy a permitir ninguneo de fariseos ni difamaciones.
Claro, yo lo digo, pero luego la palabra la ha desmenuzado Clara Elvira Ospina de manera lingüística. Ella dice que un peaje no se paga después, porque yo ya le había hecho la entrevista a MBL. Evidentemente, yo no pagué para entrevistar, pago para obtener información. Y esa información la fui revelando en mis programas. Gracias a eso me enfrenté al nacionalismo. ¿Sabes? No voy a permitir que se criminalice a un periodista que hizo su trabajo.
Hay gente que cree en tu versión, pero el monto pagado es astronómico... No es astronómico.
¿Crees que lo entregado vale $30 mil? Por supuesto, señor. Por eso te digo, se han dicho muchas ligerezas, pero voy a seguir investigando. Era mi plata, mi liquidación. Nadie me ha dado plata debajo de la mesa.
¿Nunca recurriste al medio para pagar esa cifra?
No.
¿Hiciste consultas legales antes de pagar?
Claro. Legales y también a periodistas de raza. No es delito pagar por información.
¿Por más que sea un prófugo?
No estaba prófugo, estaba con arresto domiciliario en Bolivia. Eso entiéndanlo bien. Además, me han contado, aunque no me consta, que entrevistas a líderes terroristas del pasado se pagaron. Hay varios periodistas que han dicho que se dejen de hipocresías, porque sí se paga por información. No hay que criminalizar una situación periodística.
En el 2014 escribiste un tuit cuestionando que se pague por información. ¿Por qué eso cambia ahora?
Cuestioné el hecho de fabricar entrevistas, pagar por crear testimonios. Sigo pensando lo mismo. El objetivo de los periodistas es buscar la verdad y si hay una información que me va a ayudar a desenredar algo que he buscado mucho tiempo, voy a pagar. Lo que me asquea es que algunos peliculineros insinúen que yo recibía remesas.
¿Qué lección sacas de esto?
Varias. Debí sentar a todo el directorio y explicar lo que había pasado. Nunca más voy a trabajar con una persona que no crea en mí. Esa es la principal.
¿Por qué Yuliano Arista dice que le entregaste $60 mil?
Yo le di $30 mil aquí en Lima. Algún día me gustaría entrevistar al “Curaca”, pero hoy está preso. Estoy pensando escribir un libro, porque he pasado muchas cosas. Ha sido un parteaguas en mi carrera. MBL se había fugado, es el amigo de Palacio, aparentemente sabe todo. Ahora me critican, dicen que le creí. No creí nada, estaba escuchando a una fuente que está en peligro.
Señalaste en un primer momento que no tenías los documentos, pero tu abogado César Nakazaki ha dicho que sí los posees...
Yo tengo información sensible por la que pagué. Se lo he contado a mi abogado. Yo hice un trabajo periodístico y MBL era una fuente. Si no les queda claro y quieren armar una novela turca conmigo, lo siento.
La tengo en mi cabeza y en papeles. Estoy cruzando esa información y las agendas de Nadine me ayudan a cruzar esa información. Son maravillosas.
¿Qué tipo de información es? ¿Hablamos de pagos, contratos?
Es información sensible. Lo único que te puedo decir.
¿El caso es más grave que el de las agendas?
Las agendas son maravillosas. Me saco el sombrero ante Rosana Cueva. Ahora quieren decir que son prueba prohibida y no lo son. Ella se atrevió a denunciar y la emboscaron en el Congreso. Viniendo de un viaje a Israel, yo también conseguí esas agendas. Ahora pregúntate por qué Clara Elvira Ospina no me las pidió si sabía que yo las tenía.
A partir de la información que posees, que viste, ¿la pareja Humala-Heredia podría terminar procesada?
Cuando este gobierno termine y cuando Nadine pase por un peritaje, creo que va a estar en serios problemas judiciales.