Los disparos que se escucharon a las 23.00 horas alarmaron a los vecinos del sector de Intihuatana, en el distrito de El Tambo, en Huancayo. Minutos después, de una station wagon blanca de placa W3P-603, policías de la División Contra el Terrorismo (Divcote), fuertemente armados, retiraban armas de guerra.

Se trataba de 8 instalazas, 15 lanzagranadas, 11 mil municiones GALIL, 2 mil municiones FAL y otras armas que estaban escondidas en la maletera. El arsenal le había sido sustraído al Ejército y los presuntos traidores eran dos militares: los técnicos EP Juan Piscoya y Jorge Mayhua fueron apresados.

Pese a las reservas del caso, Correo conoció que las armas de guerra iban a ser vendidas a los narcoterroristas del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) en miles de dólares.

Los militares detenidos, que son de Arequipa y Ferreñafe y laboran en el fuerte Cáceres de Jauja (Junín), no quisieron dar detalles sobre cómo sustrajeron el arsenal sin que los jefes militares se percaten del hecho.

Por una fuente militar, este matutino conoció que la noche del sábado Piscoya y Mayhua iban a entregar el armamento a un sujeto -aún no identificado- en el distrito de El Tambo y se movilizaron en la station wagon blanca (colectivo) que cubre la ruta Yanama-Huancayo, pero los policías, que fueron alertados de un traslado de armas, les cayeron encima, sin sospechar la cantidad de material sustraído.

Al ser descubiertos, los militares implicados trataron de huir, produciéndose una tenaz persecución con balacera incluida.

DINERO. Aunque los intervenidos no han querido delatar a sus cómplices, se sabe que uno de ellos rompió en llanto, dijo que estaba arrepentido y que tenía familia.

Trascendió que por un instalaza (lanzacohetes) iban a pagar entre 20 y 30 mil dólares, y 5 dólares por cada munición de GALIL y FAL.

Las investigaciones del caso son reservadas. Hay hermetismo en la Policía y el Ejército, que están investigando de dónde fueron hurtadas las armas de guerra destinadas para la lucha contra los narcoterroristas. Trascendió que el arsenal procedería de las bases contrasubversivas del VRAEM.

El coronel EP César Araujo refirió que todo el caso está en proceso de investigación. "Este caso es investigado por la Divcote de la Policía Nacional. Ellos serán quienes determinarán las responsabilidades. Inspectoría de la Trigésimo Primera División de Infantería se hizo cargo del caso. No podemos adelantar nada, todo está en proceso de investigación" dijo el oficial.

La madrugada de ayer, policías inspeccionaron el Fuerte Cáceres, en Jauja, buscando más pistas. En las próximas horas se conocerían más detalles de este escandaloso hecho.