La llegada de más de 400 mil venezolanos al Perú ha despertado una serie de opiniones entre los connacionales, las que van desde muestras de preocupación y desconfianza -en su mayoría- hasta algunas actitudes discriminatorias, las que han salido a la palestra en los últimos días.
Por ello, el Ejecutivo prepara una campaña de lucha contra cualquier forma de discriminación y xenofobia en suelo peruano, una cruzada anunciada por el viceministro de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Daniel Sánchez.
“La idea es que el Estado en su conjunto establezca una campaña consistente y sostenida para evitar cualquier situación de interpretación perversa de la migración”, señaló a la agencia Andina.
Explicó que la campaña viene siendo trabajada por su ministerio, rector de la Comisión de Discriminación, con el apoyo de varias instituciones -como Cancillería, Migraciones y el Ministerio del Interior-, a fin de que se establezcan programas para informar a la población sobre el proceso de migración ordenado y los diversos beneficios que dicho acto generan al país receptor.
“Por unos cuantos e identificados delincuentes no se pueden crear generalizaciones de toda la población migrante que llega al Perú”, señaló tras ser consultado sobre la percepción de algunos ciudadanos peruanos que difunden mensajes negativos sobre los migrantes venezolanos.
Asimismo, Sánchez sostuvo que hay que comenzar a enviar mensajes a la sociedad sobre los beneficios que puede traer la migración y evitar que elementos xenófobos ganen en el discurso público.
MÁS CONTROLDesde la medianoche del sábado, el puesto fronterizo de Tumbes, por donde cerca de 3 mil venezolanos ingresaban diariamente, solicita a estos ciudadanos contar con pasaporte para continuar su viaje a nuestro país. Horas antes de que entrara en vigencia la medida, cientos de llaneros -entre ellos niños, adultos mayores y mujeres embarazadas- llegaron hasta la sede del Centro de Binacional de Atención en Frontera (Cebaf) de la zona en búsqueda de un mejor futuro en el Perú, luego de haber viajado por días y trasladarse finalmente en buses habilitados por el gobierno ecuatoriano.
De acuerdo a la Superintendencia Nacional de Migraciones, los venezolanos que solo contaban con cédula de identidad eran derivados a los módulos de Cancillería, donde -tras analizarse cada caso- podrían solicitar la condición de refugiados y tramitar su Permiso Temporal de Permanencia (PTP) en la capital.
LECTURAS Para el sociólogo e investigador del Instituto de Ética y Desarrollo, José Koechlin, el fenómeno migratorio venezolano de los últimos meses responde a la cuarta ola poblacional, identificada por contar con escasos recursos económicos y proveniente de sectores equivalentes al C y D, que salió de su territorio con rumbo países latinoamericanos.
En diálogo con este diario, explicó que miles de estas personas han apostado por la solicitud del PTP y la condición de refugiados para establecerse en suelo nacional, debido a las pocas probabilidades de obtener un pasaporte en su país.
Indicó que el Estado peruano, al dar facilidades de ingreso, generó en ellos expectativas que dieron lugar a la llegada de grandes grupos migratorios; por lo que criticó que dicha postura sea modificada tras una “tardía” reacción del Gobierno.
También manifestó que si, en promedio, en años anteriores la Cancillería peruana recibía 800 solicitudes de refugio, en los últimos meses se recibe 1000 por día -cuyo 95% responde a solicitudes venezolanas-, generando un “desborde institucional”.
No obstante, señaló que la situación “no es de alarmarse” debido a que los venezolanos que tengan trabajo formal, generarán ingresos para el tesoro nacional como cualquier otro ciudadano.
“También hay un fracaso de los gobiernos democráticos y decentes de América Latina, no para que se vaya, sino que se pronuncie por la población de su país. Económicamente es un fracaso el régimen de (Nicolás) Maduro”, afirmó.
En tanto, la investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos, Tania Vázquez, señaló que el contexto latinoamericano ha ido avanzado con miras a una cooperación que ha mantenido en “movimiento” el desplazamiento de los venezolanos en la región.
Precisó que ante el escenario internacional el Perú ha ido desarrollando políticas migratorias “modernas”, que -a su consideración- muestran a nuestro país “medianamente preparado” para responder a las necesidades de la población venezolana.
Consultada acerca del impacto cultura que la llegada de los llaneros ha generado en la sociedad peruana, manifestó que la situación puede ser “compleja”, debido a la “preocupación y desconfianza” de los conciudadanos ante la información manipulada en contra de la permanencia de extranjeros.
“Hay una preocupación social natural que hay que reconocer y que hay que desarmar con argumentos de ciudadanía y de respeto a todas las personas”, sostuvo.
Por ello, Vásquez consideró que si bien es posible que se hayan registrado muestras xenofóbicas ante los venezolanos, estas son mínimas, porque responden a una percepción de “desprotección del Estado”.
“Estos son los retos de las sociedades que se están desarrollando y hay que saber crecer en esta medida”, señaló.
En otro momento, recalcó que el nivel educativo de los venezolanos debe ser considerado un atributo más de las personas y no ser empleado como un elemento “seleccionador” en la población.
Asimismo, añadió que su inmersión en el mercado laboral es un aspecto que debe ser acompañado por el Estado. Ante el anuncio de las reuniones que el Estado peruano tendrá con sus pares en la región, sostuvo que dicha iniciativa debió “ser considerada antes” para generar un ambiente favorable como política migratoria en la región.
“Ha habido bastante precariedad para la movilización de las personas en las fronteras, donde generalmente mueren (...) Las coordinaciones debieron haberse hecho antes y es lo que preocupa, porque se requiere una estrategia de mediano plazo”, indicó.
-