La Comisión Permanente del Congreso adoptó ayer una trascendental decisión al designar a Nelson Shack como nuevo titular de la Contraloría General de la República con el voto mayoritario de los legisladores.
Nelson Shack, quien se hizo presente en la sesión -que estuvo presidida por Luz Salgado-, absolvió las interrogantes de los congresistas sobre la manera de mejorar la labor del ente de control. En ese contexto, dijo no tener inconvenientes en reunirse con algún ministro de Estado.
“No tengo inconveniente de que haya reuniones. Me parece lógico y razonable que el contralor se reúna con uno o un grupo de ministros para discutir aspectos sobre cómo mejorar el control o la calidad de las intervenciones públicas”, manifestó.
Sin embargo, aclaró que no aceptará reuniones como las sostenidas por su antecesor Edgar Alarcón, quien terminó siendo removido por el Congreso por faltas éticas.
“Lo que hemos escuchado en los audios no son este tipo de coordinaciones... Evidentemente, no estoy de acuerdo con ese tipo de reuniones”, precisó en alusión a la grabación sobre una polémica conversación entre Alarcón y el exministro Alfredo Thorne sobre el caso Chinchero.
EXPOSICIÓN. Nelson Shack dio una amplia exposición ante la Comisión Permanente, en la que indicó que la Contraloría necesita un sistema de control gubernamental.
“No solo se requiere de una reestructuración total, se requiere repensar y tener una Ley Orgánica de Control (...) La Contraloría es una institución que ha sido penetrada de manera sustancial por la corrupción. Hay que moralizarla y reestructurarla”, expresó.
Comentó que en estos últimos cuatro años el país tiene 350 “sanciones confirmadas y consentidas” de casos de corrupción.
En ese sentido, dijo que el sistema actual de la Contraloría no ayuda a luchar contra la corrupción. “Hay un problema estructural de cómo se realiza control y no se detectan delitos de corrupción y tampoco se sancionan”, precisó.
Calificó de “un despropósito” el hecho de que se pida un control previo y posterior de cualquier obra importante en el país. Y aseguró que en los últimos años los grandes proyectos de construcción sirvieron para crear megacorrupción.
ELECCIÓN. Fueron 18 los legisladores que respaldaron el nombramiento de Nelson Shack, cuatro se abstuvieron y uno votó en contra.
El único en desacuerdo con la decisión adoptada fue Marco Arana (FA), quien cuestionó el proceso de elección.
“Cuestionamos el hecho de que haya un solo candidato en vez de una terna; el hecho de que las bancadas hayan adelantado su opinión (sobre la elección) y las declaraciones de Nelson Shack en contra de un control previo de una obra”, manifestó.
El legislador izquierdista señaló que su bancada, a diferencia de las otras, sí tendrá autoridad política para removerlo en el futuro si no cumple con las funciones encargadas.
“Por eso va nuestro voto en contra. En cambio, las otras fuerzas políticas, ¿con qué autoridad política van a salir a decir que lo removerán?”, se preguntó, criticando así el apoyo brindado.
Otro que cuestionó a Nelson Shack fue Víctor Andrés García Belaunde (AP), al afirmar que el Ejecutivo ya lo tenía entre sus planes desde mucho antes.
“Semanas atrás ya estaba arreglando la PCM su designación, y eso no es bueno (...) Eso significa que hay un interés en tener un contralor al a medida del Gobierno”, aseguró.
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