'Pioneritos' conviven con el abandono (VIDEO)
'Pioneritos' conviven con el abandono (VIDEO)

Durante el gobierno de, los operativos para rescatar a niños captados por  fueron hartamente publicitados.

En 2012 se dio uno de los que más llamó la atención: ante cámaras, apareció la ex primera dama , flanqueada por la entonces ministra de la Mujer, , y ambas cargaban en brazos niños que fueron arrancados de las manos asesinas de Sendero.

Ya en 2014 y 2015, otros operativos también rindieron sus frutos. Niños y adultos de las etnias asháninkas fueron rescatados por la Brigada Especial de Inteligencia (Fuerzas Armadas y Policía Nacional), conocida como la “Brigada Lobo”, al mano del exministro de Defensa Iván Vega. Todos ellos, peruanos que permanecían cautivos por SL en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).

Incluso, las exministras de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana Jara y Marcela Huita -cada una en su gestión- ofrecieron la ayuda y protección respectiva a las víctimas.

ABANDONO TOTAL. Pero, ¿qué fue de estos niños y adultos supuestamente rescatados por nuestras autoridades? Fotos y videos a los que accedió Correo muestran el total abandono en el que los dejó el gobierno nacionalista. Y es que, lejos de ser reubicados en mejores condiciones de las que vivían presos de Sendero, muchos asháninkas -que aceptaron la propuesta de ayuda del Gobierno Central y Regional- volvieron a su triste realidad. Ellos fueron enviados a campamentos en el VRAEM y olvidados.

Una incursión policial y fiscal realizada a fines del noviembre, como parte de una diligencia de toma de declaraciones, ubicó a 23 personas -entre niños y adultos- que fueron instalados en la zona del río Tambo, a 30 minutos de Satipo, región Junín.

Lo que encontraron las autoridades fue lamentable. Los asháninkas rescatados estaban viviendo a la intemperie, los niños dormían en el suelo (algunos solamente protegidos del sol o la lluvia por armazones con techos de calamina).

Un informe fiscal, que se encuentra en manos de la fiscal coordinadora de las Fiscalías Superiores y de Terrorismo, Luz Ibáñez, sostiene que estos niños y mujeres “no vienen recibiendo ningún tipo de apoyo social, por cuanto vienen habitando esta zona en situación precaria, sin las condiciones del caso, donde no existen letrinas, cocinas, servicio de agua potable, luz eléctrica y otros servicios básicos”.

A tanto llega el abandono del Estado que, según el mismo informe, estos pobladores de la etnia asháninka “se tienen que servir de las lluvias para juntar agua”.

NARRAN VEJÁMEN. El informe da cuenta, además, que la mayoría de las mujeres adultas de estas siete familias que componen la comunidad de Chiquereni fueron ultrajadas por las huestes de Sendero Luminoso, razón por la cual urge ayuda para ellas.

“Refirieron en todo momento haber sido trasladados en contra de su voluntad y bajo amenaza de muerte cuando eran menores de edad y permanecieron entre 10 y 15 años cumpliendo labores como cocinar y sembrar para Sendero Luminoso. Muchas de ellas señalaron que fueron ultrajadas sexualmente en forma sistemática”, indica el documento.

Así, el informe remarca que las condiciones de vida “son infrahumanas”, e insta a notificar a las autoridades correspondientes para que tomen las acciones a favor de estos niños y mujeres.