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La difícil situación que se vive en Arequipa, concretamente en Islay, parece pasarle la factura al presidente Ollanta Humala, pues su aprobación en el interior del país se ha desplomado.
Según la última encuesta nacional de la Compañía Peruana de Estudios de Mercados y Opinión Pública (CPI), la gestión del Jefe de Estado en provincia es de 18.9%, mientras que en Lima llega a 27.3%. El conglomerado a nivel nacional arroja un 23.5%.
Cabe precisar que esta es la aprobación más baja que registra el Mandatario desde el 2012 y se da justo luego de los problemas por las protestas antimineras en Islay.
La primera dama Nadine Heredia también sufrió una merma en su aprobación, pues registra 26.2% en mayo. En la encuesta anterior, realizada en febrero, la esposa del presidente Humala se ubicaba en 34.4%.
El estudio de opinión, realizado entre el 13 y 17 de mayo a nivel del Perú urbano, también detalla que un 57.3% considera el “aumento de la delincuencia” como el principal problema que debe resolver el Gobierno. En segundo lugar se ubica la pobreza extrema con 10.5%.
LA CARRERA. El escenario electoral no estuvo ajeno en este sondeo, pues CPI reveló que quien lidera la intención de voto para las elecciones presidenciales del 2016 es Keiko Fujimori con 33.1%.
La candidata fujimorista es seguida por Pedro Pablo Kuczynski con 14.2%, luego se ubica el expresidente Alan García con 10.5%, y en cuarto lugar aparece el exministro del Interior Daniel Urresti con 5.8%.
El exmandatario Alejandro Toledo registra una intención de voto de 5.5%, seguido por la pepecista Lourdes Flores con 5.4% y finalmente el gobernador regional de La Libertad, César Acuña, con 4.6%.
ANÁLISIS. El director gerente de CPI, Manuel Saavedra, señaló que la caída en la aprobación de Humala era algo que se veía venir, pero ha empeorado con el mal manejo de las protestas antimineras en el sur.
“Lo de Tía María ha sido la gota que ha rebalsado el vaso. Esta situación ha demostrado la incapacidad del Gobierno y eso le está pasando la factura”, dijo.
Asimismo, recalcó que el aumento de la delincuencia sigue siendo el mayor problema que debe afrontar el régimen. “La inseguridad que se vive es un tema que ya desbordó a este Gobierno”, sostuvo.